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Un virus más nocivo: la ineficiencia

Fecha Publicación: 09/03/2020 - 21:30
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El mundo de hoy está convulsionado por la amenaza de una pandemia originada en el llamado coronavirus Covid-19, que detectado en China en enero último se ha extendido a otros continentes.

Graves consecuencias negativas ya se están viviendo globalmente en términos de vidas humanas y económicos, y hasta se mencionan oportunismos especulativos e inéditos movimientos bursátiles.

En los últimos días se han detectado casos en el Perú, como era previsible. Lo que no era previsible, pese a los antecedentes que rodean al gobierno, era la tremenda indiferencia e inacción rayana en el absoluto o total. Pese a los ejemplos que nos venían de la misma China, y de su vecina Corea del Sur, respecto de la eficacia de la detección temprana y el aislamiento de los infectados para evitar no solo el contagio sino también los efectos letales, en el Perú pasaron semanas sin que siquiera se elaborara un protocolo básico para ello y peor aún sin que se preparara mínimamente al sistema de salud pública peruano.

Toda la acción del gobierno de M. Vizcarra se ha limitado, penosamente, a hacer el anuncio de que el virus ya había llegado al país y a generar válidos reclamos del personal asistencial al que etiquetaron como encargado de atender a los infectados, sin que siquiera lo hubieran dotado de los mínimos e indispensables recursos para tremenda responsabilidad.

Penoso papel de una ministra de Salud que parecía, y ha sido en verdad, una convidada de piedra en todo este proceso, eso sí muy a la moda de este gobierno de lucir sus burócratas de alto nivel prendas de vestir relucientes y plenas de bordadas etiquetas, que parecen un esfuerzo por lograr sean conocidas y reconocidas de ese modo frívolo y no con un efectivo trabajo en cumplimiento de las obligaciones del cargo.

Lamentablemente, lo sucedido respecto del Covid-19 no es un caso aislado en el Perú. Este problema se agrega a otro que ha reemergido en los últimos años y que resulta casi estacional en determinadas zonas del país. El dengue ya viene causando miles de infectados y decenas de víctimas mortales en el norte y oriente peruano.

Si a ello se agregan los desastres ocurridos en Cusco, Moquegua y Arequipa por razones también estacionales y nula prevención, en un país de riesgos naturales probados y que mantiene una burocracia supuestamente encargada del tema, la conclusión a no dudarlo será que más nociva y ya endémica en el Perú de hoy resulta la ineficiencia.