Una feliz visita

La presencia en nuestro país del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, fue refrescante para todos. Nos permitió confirmar que nada hay mejor que vivir en una democracia, donde la libertad, en su más amplia acepción, es el bien más preciado para una convivencia sana y tolerante.
La corta visita del ilustre opositor al dictador Nicolás Maduro sirvió también para recordar que nada hay más indigno y humillante que una dictadura que se impone por la fuerza, antes que por el peso de las ideas y la contundencia de la razón. Bastaron solo pocas horas para ver cómo miles de venezolanos expulsados de su patria por una tiranía como la de Maduro se dieron cita en la plaza San Martín, anunciados por María Corina Machado, lideresa contra el chavismo, y en otros espacios cercanos a Palacio de Gobierno y el municipio limeño, lugares en los que González Urrutia fue homenajeado, protagonizando escenas de dolor por la patria lejana y la ira contenida contra el dictador aupado inconstitucionalmente en el gobierno gracias al poder de una Fuerza Armada dócil y obsecuente.
El mandatario electo democráticamente en su país cumplió, en suelo patrio, una agenda nutrida en su visita oficial que incluyó reuniones con los colectivos organizados de venezolanos, visitas concertadas en Palacio de Gobierno, Congreso de la República y Municipalidad Provincial de Lima. En estas instituciones públicas fue recibido por sus principales autoridades dentro de un marco solemne de reconocimiento y gratitud por la lucha que libra, junto a María Corina Machado y muchos líderes de su país, por el restablecimiento de la democracia y el derrumbe de una tiranía como la de Maduro, enquistado en el poder desde hace varias décadas.
“Reconocemos su elección como presidente legal y legítimo de Venezuela, refrendado en las urnas y en las actas publicadas por las fuerzas democráticas y patrióticas de Venezuela, que han dado cuenta al mundo de un triunfo por la voluntad soberana del pueblo venezolano”, expresó la presidenta Dina Boluarte al recibirlo en Palacio.
“Estamos ante una causa legal, legítima, apoyada por todas las democracias del mundo. Hoy recordamos que el verdadero poder reside en la voluntad libre de la mayoría y no en las garras de una tiranía que decidió aplastar los valores de la cultura occidental”, precisó al entregar a González Urrutia la condecoración Orden El Sol del Perú, en el Grado de Gran Cruz, a lo que el homenajeado respondió: “Le agradezco esta distinción que interpreto como un símbolo de respaldo a la lucha por la recuperación de la democracia que los venezolanos, dentro y fuera del país, llevamos adelante con determinación y esperanza”.
El Congreso de la República también condecoró a González Urrutia con la Medalla de Honor en el Grado de Gran Cruz, máxima distinción otorgada por el Parlamento Nacional. Eduardo Salhuana, titular del Congreso, destacó la presencia del ilustre visitante y resaltó la lucha del pueblo venezolano por la democracia y la libertad. “Reconocemos también la sacrificada lucha de los últimos años de hombres y mujeres, jóvenes y adultos de su país que marcharon y lo seguirán haciendo por las calles de toda Venezuela, exigiendo libertad y democracia”, señaló.
La crisis política y social en Venezuela fue un tema central en el discurso de Salhuana. Ponderó el valor de una democracia como el mejor sistema político, con libertad de prensa y pleno respeto de los derechos políticos de sus ciudadanos. “No hay democracia sin libertad, no hay democracia con presos y perseguidos políticos, no hay democracia sin prensa libre”, expresó.
A su vez, en el Palacio Municipal, el alcalde Rafael López Aliaga recibió al visitante venezolano como “presidente de Venezuela”, por el que fue condecorado y a quien le entregó, además, la llave de la ciudad, declarándolo Huésped Ilustre de la Ciudad. El burgomaestre dijo que era consciente de la lucha que libra el líder opositor contra la dictadura de Nicolás Maduro, reconociendo, además, el papel que juega María Corina Machado, a quien llamó “mujer valiente y ejemplar” por haberse enfrentado a una “narcodictadura”.
El gesto final de la visita de González Urrutia fue quizás el más conmovedor y contundente: “Pronto nos iremos todos a casa”, les dijo a sus miles de compatriotas desde un balcón de la plaza San Martín, mientras la compacta multitud gritaba una y otra vez con fuerza “fuera Maduro”. “Les digo con el corazón que no estamos solos, ustedes son la fuerza que nos impulsa. Nuestra misión es clara: recuperar la democracia, devolver la dignidad y asegurar que ningún venezolano tenga que irse jamás. ¡Viva Venezuela unida!”, expresó el líder opositor y presidente electo de Venezuela.
Por otra parte, la buena noticia de esta semana estuvo en la decisión unánime de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de rechazar la apelación interpuesta por el partido de Antauro Humala y que llevaba sus siglas, ratificando en todos sus extremos el fallo de primera instancia que declaró la ilegalidad de dicha organización, ordenando, además, la cancelación de su inscripción en el ROP y el cierre de todos sus locales.
De esta manera, la democracia se cuida en salud evitando que un enemigo confeso del sistema pretenda postular a la presidencia de la República. No faltarán, sin embargo, algunos políticos de grupos radicales de la izquierda nativa que cuestionen la medida con la idea de que puedan ser escuchados en otros foros. Serán solo gestos de oportunismo político para auparse al “liderazgo” del etnocacerista en época electoral, en la vana ilusión de tener quien “arrastre” electores para sus posibles listas, con sus discursos de odio y gestos criminales como fusilar a todos los “corruptos”, incluido su propio hermano, el expresidente Ollanta Humala. Debemos permanecer alertas.

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