¿Una nueva infracción constitucional?
No solo resulta insólito que el primer ministro desvele una artimaña tramada al margen del Consejo de Ministros, nada menos que por el propio presidente de la República; sino que semejante argucia revelaría que éste alteró el contenido del mensaje al país pronunciado por el mandatario Castillo ante el hemiciclo del Congreso de la República. En efecto, en su condición de premier del régimen Castillo, Aníbal Torres confesó la noche del martes -horas después de que el jefe de Estado lanzara su proclama- que el jefe del Estado adulteró el mensaje de marras sin contar con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros, como lo ordena la Constitución. El hecho merece ser esclarecido inmediatamente. Porque, de ser cierto, el presidente Pedro Castillo habría incurrido en una nueva y flagrante causal de vacancia, como consecuencia de haber modificado el contenido de un mensaje a la nación, previamente aprobado por Consejo de Ministros tal como lo ordena la Carta Magna.
Según Aníbal Torres, Castillo habría transmitido a la sociedad un texto distinto al oficial, adecuándolo ilegítimamente -según revelaría- a la circunstancia que mejor le pareció en ese momento al aún Presidente; sin que dicho texto hubiese sido previa, debidamente consultado al Consejo de Ministros. Vale decir, estaríamos frente a una nueva infracción constitucional, fruto de aquella informalidad con la que maneja la nación este régimen comunista/senderista que preside un neófito apellidado Castillo.
Según Aníbal Torres, hasta el momento de empezar a leer su mensaje el mandatario Castillo tenía previsto inluir el proyecto de ley de adelanto de las elecciones generales. Pero retrocedió “en son de paz para hacer un último intento de concertar con el primer poder del Estado”. El Presidente dio a conocer varios anuncios, explicó Torres, “excepto uno (aprobado por el Consejo de Ministros) que a última hora resolvió no leerlo (…) Me dijo, doctor, vamos a hacer un último intento por concertar con el poder Congreso.” En pocas palabras, el Consejo de Ministros lanzó un chantaje encriptado al Congreso: “Te portas bien, o nos vamos todos!”, insinuó Torres. Aparte dijo que habló de “sorpresas”, antes del mensaje, debido precisamente a lo del adelanto de las elecciones generales. Aunque sibilinamente Torres no comentó que, en simultáneo, palacio lanzó sotto voce aquella versión del adelanto de elecciones generales para espantar a los congresistas, como estrategia politiquera para inducirles a votar en contra de la moción de vacancia, que se efectuaría antes de que Castillo pronuncie su mensaje. Porque, de lo contrario, ellos verían frustrada su corta pero bien remunerada tarea como congresistas, debido al veto reeleccionista impuesto por el miserable Vizcarra.
Conclusión. El Consejo de Ministros, presidido por Aníbal Torres, aprobó un mensaje al país diferente al texto que finalmente leyese Pedro Castillo delante de Congreso de la República. Esta nueva infracción constitucional, amable lector, no puede ni debe ser pasada por alto por un Congreso al cual la gestión Castillo intentó chantajear. Aunque, según voladas y suspicacias, Castillo no se habría atrevido a leer esa parte por falta de aquello que ponen las gallinas.
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