ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Una podredumbre generalizada

Imagen
Fecha Publicación: 29/06/2019 - 22:20
Escucha esta nota

Un amigo, siempre bien enterado, comentaba que ya están en Lima los vagones para la Línea 2 del Metro. Han costado US$500 millones. Sin embargo el primer tramo del Metro 2 iniciará operaciones a finales del 2021. El resto, recién en 2024. Vale decir, cuando los vagones estén no sólo oxidados sino obsoletos. Hay mas. El presupuesto por kilómetro lineal del Metro capitalino es US$160´000,000. Pero el costo/kilómetro del Metro de Madrid es US$40 millones; México US$67 millones, Los Ángeles US$30 millones. ¿Dónde se fueron unos US$3,500 millones?

El presupuesto inicial para construir el Gasoducto del Sur fue US$1,300 millones. Hoy es US$7,500 millones. ¿Quién se lleva semejante sobrante? Aunque incluyendo las indemnizaciones que Odebretch -junto a su corrompida consorciada Graña y Montero- cobrarán al Perú, el costo del gasoducto llegaría a US$10,000 millones.

La refinería Talara (90,000 barriles/día) ya cuesta US$6,250 millones. Probablemente la cifra definitiva sobrepase US$7,000 millones. La inversión promedio internacional para una refinería semejante es US$1,500 millones. ¿Quién se lleva esta millonada? ¿O quizá crean que somos tontos? Porque cuando Petroperú anunció que instalaría su nueva refinería sostuvo que costaría US$1,300 millones y la utilizaría para procesar apenas 50 ó 60 mil barriles/diarios de petróleo mayoritariamente importado. Por simple aritmética, muchísimo más rentable hubiese sido importar los combustibles refinados, que traer crudo para refinarlo.

Estos tres ejemplos de sobrecostos criminales se repiten en todas y cada una de las obras que se han construido en el Perú en las últimas décadas. Es decir, hablamos de una monumental corrupción generalizada, institucionalizada, oleada y sacramentada por una mafia de constructoras, concesionarias, gobernantes, intermediarios, etc. que se organizan delincuencialmente para sangrar al país.

Evidentemente los responsables de semejante asalto al Estado no son sólo esos tres presidentes imputados –Toledo, Humala y PPK- y las cleptómanas Odebretch, OAS, Camargo y Correa, etc. Ellos únicamente representan la punta del iceberg. Detrás –o debajo- de estos hay un ejército de rateros cuellos blancos que se llenan los bolsillos del dinero de los peruanos para vivir en la opulencia. Entre tanto, el país se debate en el vértice del retorno al oscurantismo, tanto económico como sociopolítico. Y por culpa de estos malandrines –merecen cadena perpetua- caeremos en recesión y el mundo nos considerará como una nación corrompida y sin Justicia. La inversión extranjera se ausentará por temor a verse contaminada y terminar en los tribunales de una sociedad sin Estado de Derecho. Porque el que existía, se lo cargaron unas ONG que defienden a una organización criminal que cobija a destacadísimos mecenas quienes patrocinan, precisamente, a estas ONG. Mientras tanto, seguiremos con este gobierno postizo que también auxilia a la mafia de la corrupción. ¿La razón? Directa o indirectamente está contaminado por ella. Sino, que intente argumentar lo contrario el presidente Vizcarra, quien fue apoderado de Graña y Monteo, gerente de una constructora con amistades en el Club de la Construcción asociada con Odebretch, etc.

Apostilla. El poder peruano está tan podrido que, por instinto de protección, produce pactos infamantes, traicioneros como este entre Odebretch y la Fiscalía.