Una taimada estrategia totalitaria
Resulta insólito que la aún llamada “gran prensa” pase por agua tibia la obvia, terca y temeraria intromisión del Foro de Sao Paulo, con su carroñero servicio de inteligencia cubano como operador, en la grave coyuntura por la cual hace muchos meses viene atravesando nuestra nación.
Ni siquiera informan sobre las voces de protesta que se levantan permanentemente desde la oposición, denunciando este intolerable acecho de una maquinaria comunista trasnacional que pretende establecer un sistema único de corte totalitario en América Latina, partiendo del “ejemplo” del régimen marxista que estableció la “revolución” castrista desde 1959.
Los pasos que viene dando el aparatchik que dirige al régimen Castillo, luego del falaz resultado de la primera vuelta electoral, reflejan un plan meticulosamente calculado y profesionalmente realizado que rebasa las capacidades de la politiquería local. Porque transpira toda la perfidia, astucia, intriga y el engaño político, características de esos laboratorios de inteligencia operados antaño por los soviets y hogaño por los cubanos.
Sucede desde que, tras el fin del Muro de Berlín, la democracia derrotó al comunismo acabando con seis décadas de Guerra Fría entre Oeste y Este, cabezas ideologías del planeta. La URSS se desintegraría en 1989 y, desde entonces, el comunismo pactó con el diablo para resurgir de las cenizas, agudizando el populismo e inventando un abanico de esquemas filosóficos para engatusar a las clásicas juventudes rebeldes; y asimismo para acicatear a la plana ideológica marxista que quedara desarmada tras la caída de la Cortina de Hierro.
El experimento germinó exitosamente en Cuba, cuando Krushchev encandila a Fidel Castro como parte de una estrategia destructiva para amenazar a Norteamérica con la instalación de bases de misiles en Cuba, pues esa isla está apenas a 140 kilómetros de EEUU.
Progresiva, taimadamente aquel cáncer comunista cubano fue metastizándose hacia Latinoamérica frente al estúpido descuido norteamericano que decidió abandonar la región. ¡Los resultados estamos viviéndolos ahora, cuando la ideologización ya ha avanzado demasiado! ¿La razón? Primero, el comunismo secuestró la Educación en toda Latinoamérica. Así enfermaría las mentes de escolares y universitarios.
Asimismo se infiltraría en áreas estratégicas, como son la Justicia, los jurados electorales; inclusive en partidos políticos. A tal extremo que, en la práctica, estos desaparecieron; o ahora son insignificantes. Como testigo están los resultados de sendos procesos electorales que, sucesivamente, han venido dándole el triunfo a los candidatos izquierdistas, al punto que acá gobierna el comunismo.
Semejante labor de zapa, amable lector, no es casual. Ni circunstancial. El comunismo penetró la región creando un poderosísimo organismo de corte soviético, llamado Foro de Sao Paulo, y a través de él ha venido diezmando la democracia latinoamericana. Al extremo que hoy quedan menos países donde la practican sus gobernantes.
Estamos a tiempo para evitar el colapso democrático nacional. Debemos denunciar, cada quien en su esfera, la intromisión comunista extranjera desde el citado Foro que busca convertirnos en Cuba o Venezuela utilizando como escudo a partidos totalitarios como Perú Libre, y a otros que sirven de aliados suyos directos o indirectos. ¡Vacancia ya, antes que cierren el Congreso!
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