Una viciada JNJ
La aún Fiscal de la Nación Patricia Benavides fue suspendida de un día para otro, sin exposición de motivos ni razonamiento específico, por la infausta Junta Nacional de Justica (JNJ), que prohijó el corrupto Martín Vizcarra. Benavides rechazó la decisión de la JNJ, negándose a responder los cuestionamientos en su contra. Sin embargo la JNJ votó por unanimidad a favor de suspenderla, mientras se resuelva su proceso ad infinitum. El pleno de la JNJ adoptó semejante acuerdo como una medida claramente política, a efectos de allanar el camino a la mafia caviar para permitirle retomar el control del Ministerio Público. Este fue el motivo, no reconocido por la JNJ, para prevaricar impunemente adoptando semejante medida draconiana en beneficio de la camorra caviar que, dicho sea de paso, es la que nuevamente controla a la mayoría de miembros de la controvertida JNJ, ligada al sector Justicia.
Este turbio operativo, montado por la los caviares, es parte del proceso disciplinario estructurado contra la todavía suspendida Fiscal de la Nación, Rosario Benavides, apelando a simples, maquiavélicas pesquisas que la sindican como líder de una presunta red criminal, por el cese de la fiscal Marita Barreto. No existen pruebas; tampoco investigación Fiscal, y menos aún decisión del Poder Judicial al respecto. Todo este proceso, de evidente contenido político –con carácter violatorio de la Carta Magna, fuera de pisotear nuestro acervo legal– es responsabilidad exclusiva de la JNJ, por decisión a esa fecha de cada uno de sus propios integrantes. Por cierto, la resolución se adoptó por unanimidad mediante un pacto sin fundamento ni reflexión, a efectos de asegurar aquella irregular, inconstitucional suspensión –en la práctica, destitución– de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides.
Esa decisión se conoció la noche del 7 de diciembre de 2023, después de la audiencia citada para que Benavides diese su descargo. Pero Benavides rechazó responder, alegando que la JNJ no había respetado el debido proceso. Consecuentemente, la indecisión amenaza dormir el sueño de los injustos, como todas las investigaciones que inician los caviares; para luego pasarlas entre una dependencia y otra, viciarlas y finalmente, encarpetarlas. El mismo procedimiento seguido en el escándalo Lava Jato donde, transcurridos ya ocho años de investigación sin juicio abierto, quedan libres las empresas y personas que le robaron al país más de US$ 20,000 millones.
Lamentablemente, la sociedad peruana está enferma por la hedionda porquería que embarga a la JNJ y Fiscalía, como a conocidos jueces que defienden al delincuente pero castigan a sus víctimas, basados en un sucio sistema de Justicia capitaneado por Gustavo Gorriti, operador fáctico de esta seudo “Justicia” peruana, a quien hace semanas el Ministerio Público le abriera investigación. Sin embargo, al siguiente día le pidió disculpas oficiales, vía vergonzante comunicado público.
La impresentable JNJ suspendió a la aún fiscal de la Nación Patricia Benavides por un chisme sin origen conocido ni entrecruce de informaciones. Fue una sentencia política, con todas las características de esta sucursal corrupta de Gorriti y su mafia caviar. Mientras tanto, Patricia Benavides sigue inconstitucionalmente suspendida y Gorriti maniobrando la Justicia peruana.
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