Uno, dos, ultraviolento
Ayer mientras hacía esta columna me enteré de la muerte de Enrique Chalar, más conocido en el mundo de la música como Pil Trafa, el vocalista de Los Violadores, grupo que escogió ese nombre en referencia a Violar la Ley, ya que se encontraban en medio de una Dictadura caracterizada por las violaciones de los derechos humanos que se hacían en la Argentina de 1976-1983.
El título de esta columna es el título de la canción emblema del grupo con la que se hicieron conocidos no sólo en Argentina sino en el mundo entero y está basada en la película La Naranja Mecánica o su título original The Clockwork Orange, que el guitarrista Stuka vio en Brasil porque en su país estaba prohibida por la dictadura. La película narra la vida de ”Alex” que con apariencia de chico tranquilo se drogaba para ejercer ultraviolencia, en la historia habla un extraño idioma denominado “Nadsat”, una jerga de palabras inexistentes, es amante de las sinfonías de Beethoven y por supuesto la violencia extrema, que lo lleva a un infierno personal. Es por eso que la canción empieza con la Novena Sinfonía de Beethoven y entre sus estrofas hay rastros del “Nadsat” expresadas en algunas palabras que, aunque todos cantaban solo las identificaban quienes estaban realmente conectados con el origen de la canción. Interesante porque la juventud no solo de Argentina sino de Latinoamérica sentía esa conexión, aunque no sabía que significaba, pero sabía que expresaban un sentimiento de incomprensión y rebeldía a causa de los estragos de la dictadura.
Por esas cosas del destino, Pil Trafa murió en Lima-Perú que se había convertido en su hogar hace algunos años, tal vez como una señal para que recordemos lo que vivió en la Argentina de 1976-1983, para que siempre estemos listos para condenar cualquier dictadura desde donde venga, y que no necesitas ser un político influyente, un periodista que sale todas las noches en un programa, o un empresario millonario para que tu voz se escuche cuando estás dispuesto a gritar y condenar cualquier ataque a la libertad, desde la profesión que tengas, desde el lugar que estés, siempre hay una forma de influir para cambiar las cosas.
No hay duda que lo más preciado del ser humano es la libertad y para los que intentan pisotearla ÿ creen que nadie se da cuenta, va dedicado está estrofa de una canción que nació inspirada en la opresión de una dictadura, y que terminó siendo símbolo de lucha de quienes lograron salir de ella.
“Nos quieren transformar, No lo lograrán, No lo lograrán, No, no lo lograrán, No, no lo lograrán, No, no lo lograrán, No, ¡No,no,no!”.