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¡Urge un bloque democrático!

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Fecha Publicación: 02/05/2022 - 23:00
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Súbitamente, Hernando de Soto salió de su ensueño; del capricho por convencer al Perú de que ¡Pedro Castillo era confiable! Un año después de que De Soto pretendiese hacernos creer que el impresentable chotano -quien insiste en instalar en el Perú otra república plurinacional al estilo venezolano-; aquel subordinado a Cerrón, el artífice de una monumental estafa a los peruanos por manipular el triunfo electorero de Perú Libre; ese sujeto sin ideas, salvo aquella de guerrear violentamente por las calles como sindicalista abanderado del movadef, la sucursal de sendero luminoso; ese presidente mendaz que se reunía –¿o sigue haciéndolo?- en el antro de Sarratea, para trapichear con proveedores del Estado; ese individuo mendaz que engaña mañana, tarde y noche; ese comunista, amable lector, según De Soto ¡era confiable para ejercer la presidencia! Atrás quedó para De Soto aquel desenlace de la primera vuelta -cuando sucedieron los hechos relacionados a la adulteración de actas electorales que Salas Arenas, un presidente comunista del JNE, se negó a confrontarlas con el padrón oficial de ONPE, produciendo un escándalo cuyas consecuencias jamás ha asumido el JNE, ni investigado la Fiscalía al servicio de palacio.

Si bien De Soto fue afectado por ese presunto “cambiazo”; sin embargo, extrañamente NO protestó por ello. Más bien apareció solapadamente en un balneario norteño, adonde se habría reunido con Castillo -o personeros suyos- sin que nunca explicara el motivo para hacerlo. Ahora, sin embargo, transcurrido un año, resurge De Soto, ya alejado de Avanza País, el partido que fundara el año pasado para postular a la presidencia, decidido a arremeter frontalmente contra el cerronista -y aún presidente- Pedro Castillo, a quien -según comentan sus allegados- tras su derrota, De Soto quiso que le permitiese asesorarlo. Semejante a lo que exitosamente hiciera en 1990 con Alberto Fujimori. Aunque fracasó con Castillo.

Este prólogo crítico no enerva la expectativa de este escriba para que Hernando de Soto sí se incorpore activamente a la campaña por la vacancia y/o la denuncia constitucional que deben aplicársele a Castillo, por su incapacidad moral para gobernar y por las evidencias de delitos en los que estaría involucrado, según las investigaciones que le ha abierto la Fiscalía, las denuncias periodísticas, y la apertura de procesos por el poder Judicial. ¡No hay tiempo que perder ni capital humano que desperdiciar! El Perú democrático necesita actuar en bloque, con decisión, valentía, pertinacia, inteligencia y, fundamentalmente, ¡sin ansias de figuración ni expectativas personales! Urge consolidar un amplísimo frente político, liderado por la persona apropiada y oportuna. Gente como los generales (r) Roberto Chiabra u Óscar Valdés; uno ex ministro de Defensa, el segundo ex primer ministro; ambos corajudos y con experiencia de gobierno. ¡La oposición no está para improvisaciones! ¡Sería entregarle el Perú en bandeja al comunismo! Aquellas personas que han candidateado a la presidencia y/o han figurado políticamente en estos últimos años, es momento que se pongan a la retaguardia para dejarle paso a figuras nuevas, sin mácula, pero con mucho valor y, sobre todo, con experiencia en el manejo de crisis.

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