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Vacancia por golpismo y traición

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Fecha Publicación: 26/04/2022 - 23:00
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Alelando a la hipocresía comunista que aprendiese durante sus violentos avatares sindicalistas, el lamentablemente todavía presidente del Perú, Pedro Castillo, declaró ayer que “el Perú es un destino seguro para que inviertan las empresas nacionales y extranjeras (…) Creo importante reafirmar que el Perú respeta las actividades de las empresas nacionales y extranjeras, en el marco del estado de derecho, así como la estabilidad jurídica que garantiza la Constitución y el sistema de justicia.”

Semejante pachotada la lanzó Castillo, después de remitir al poder Legislativo un inconstitucional proyecto, aprobado por el gabinete Torres -con excepción de la ministra de la Mujer, Boluarte-, para someter a referéndum la convocatoria a una asamblea constituyente destinada a fabricar una nueva Constitución de corte bolchevique.

Hablamos de aquel mismísimo Castillo que, hasta hace pocos días, se encerró en palacio de gobierno alejado del público y rodeado de asesores puestos por el régimen castrista, para inventarse una salida política al estado comatoso en que lo pusieron -incluso algunos fiscales- respecto a innumerables, flagrantes hechos de corrupción, hoy conocidos. Y, asimismo, frente a otras fórmulas de podredumbre en las que habría incurrido para estafar a los peruanos, abusando de su poder. Es también el mismo Castillo que una, otra y otra vez ha rechazado responder al periodismo, por denuncias de corrupción que lo involucran no sólo a él sino a muchos de sus familiares, todas ellas con evidencia de carácter delictivo.

A la luz de los hechos, no cabe duda de que la única salida a la que apela Castillo para zafarse de esta responsabilidad es arremeter contra la estabilidad política, social, legal y constitucional que aún queda en el Perú, amenazando con convertir a nuestra patria en otra Venezuela.

Es evidente que el comunismo ha hecho su trabajo de campo comprando la “conciencia” -y con ella el voto- de sendos tránsfugas de Acción Popular, Alianza para el Progreso y Podemos. Y es lamentable reconocer que la presidenta del Legislativo no dé la talla para manejar al primer poder del Estado, en un momento tan aciago para la nación. Porque frente a una nueva violación de la Carta por el presidente Castillo y su consejo de ministros, su decisión fue convocar a una “Junta de Portavoces,”, en lugar de una “Sesión de Emergencia” para tratar el intento de golpe de Estado y plantear la vacancia de Castillo -por corrupción y por atentado contra la Constitución- antes que este cierre el Parlamento.

Según el constitucionalista Natale Amprimo “el verdadero objetivo (de Castillo) es responsabilizar al Congreso y aumentar las críticas contra este poder del Estado, ante un eventual rechazo a este proyecto; y ocultar la ineficiencia de su gestión y las denuncias de corrupción buscando crear un clima de conflicto entre peruanos, propio de los gobiernos comunistas.”

Igualmente, Lucas Ghersi sostiene que “es un tema inconstitucional. Si (el Consejo de Ministros) lo envía, podría ser pasible de alguna denuncia constitucional.”
El poder Legislativo debe poner coto a semejante atentado contra la Constitución. ¡Esperamos que actúe como demanda la mayoría ciudadana!

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