Valdés, valiosa opción electoral

Óscar Valdés Dancuart es un militar retirado, vinculado a la actividad privada comercial. Se le conoce políticamente por su desempeño como primer ministro de Ollanta Humala. Antes, fue profesor suyo en la Escuela Militar de Chorrillos. Humala lo designó ministro del Interior en el gabinete presidido por Salomón Lerner. Tras la renuncia de Lerner, el 20 de diciembre de 2011, Valdés asumió el premierato. Hombre serio, con la cabeza bien amueblada, tuvo un buen desempeño como primer ministro, influyendo en la corrección de rumbo que protagonizó Humala tras varios meses de gestión bastante inclinada a la izquierda.

Valdés estableció políticas coherentes para combatir el crimen y capturar a líderes terroristas, como Eleuterio Flores, alias “Camarada Artemio”. Aquello, sumado al cambio de rumbo —del socialismo impreso por Lerner Ghitis a un régimen con metas centristas— desató las iras izquierdistas, avivadas por el impresentable Hugo Chávez, patrocinador intelectual y financista durante el proceso electoral que —como caballo de Troya venezolano— acabó ganando el actualmente procesado por corrupto, Ollanta Humala. Valdés fue acremente criticado por la izquierda tras el golpe de timón que dispuso Humala. Incluso, de no haberse sometido Ollanta a Odebrecht, su gestión hubiese sido bien recordada gracias al factor Valdés. Este último, además, desempeñó un destacado rol impulsando el proyecto aurífero Conga, que acabó frustrado por la izquierda tras incendiar esa pacífica región.

Finalmente, el 23 de julio de 2012, Óscar Valdés renunció al premierato, desencantado por la falta de respaldo de Humala. En declaraciones brindadas ayer a EXPRESO, Valdés critica a Boluarte por estar haciendo “el papel de reina asistiendo a ceremonias y llenándose de protocolos; pero no vemos una dirección en la conducción del país (…) estamos flotando por decisión de un Congreso cómplice (…) la señora no estaba preparada para ser presidenta (…) Lo que ha hecho es maquillar su posición para aferrarse al poder y gozar de las prebendas presidenciales (…) ideal hubiera sido que cuando asumiera la Presidencia, convocase a elecciones (…) pero salieron los conformistas diciendo ‘no importa, que siga caminando el país; hay que buscar la estabilidad’. Por esa estabilidad hoy tenemos 3 millones de pobres más, en un país con minerales como el oro (a casi US$ 2,500 la onza), cobre (sobrepasó US$ 5 la libra) (…) ¡Califica como acto de corrupción, también, que una persona acepte un cargo para el cual no está preparada! (…) Que ella permanezca (en la presidencia) hasta el 2026 va a perjudicarnos; pero de momento me parece inevitable por los tiempos.”

“¿Se debe cambiar al premier y a todos o algunos ministros? Pocas personas con prestigio quieren arriesgarse ante una presidenta con sospechas de que su comportamiento no es el más adecuado para una jefa de Estado. Aunque Boluarte también pudo haber seguido el rumbo de Pedro Castillo; recordemos que viene de la plancha de Perú Libre (…) Tenemos que contentarnos con lo que hay porque el tiempo es corto. Pero la inversión rivada está de cero para abajo.”

¡Coherencia, perspicacia y visión no le faltan a Óscar Valdés!, hoy magníficamente bien enrolado en el PPC.

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