Vecinos y amigos
Veo con cierta sonrisa cómo algunos amigos de la derecha se rasgan las vestiduras porque el Perú ha dado por terminado el Grupo de Lima. Este foro fue creado para respaldar a la oposición venezolana contra el chavismo. El argumento para este escándalo no solo es principista, sino que, además se arguye que ideologiza las relaciones diplomáticas del Perú cuando estas deberían tener, como decía Henry Kissinger, un eje más geopolítico que ideológico. ¿Qué significa esto? Pues que cada país debe priorizar sus propios intereses en aras de construir una “situación de poder en el mundo”, independientemente de los factores ideológicos que lo animan. Así, por ejemplo, ya que hablamos de Kissinger, los Estados Unidos bajo su liderazgo en política exterior, primero como consejero de seguridad nacional y luego como secretario de Estado, abrió el camino de las relaciones diplomáticas entre el gigante capitalista con el gigante asiático y comunista, todo ello porque a ambas potencias ideológicamente opuestas, les interesaba hacer un frente común contra la extinta Unión Soviética, rival de China, aunque cercana ideológicamente a esta. Este hecho histórico se selló con la visita sorpresa del presidente Nixon a Pekin y el apretón de manos con Mao. El acercamiento de Estados Unidos a Vietnam luego de la guerra que perdió Estados Unidos se dio con la visita del presidente Clinton a fines del siglo XX, para equilibrar el poder de China en el sudeste asiático, aprovechando paradójicamente la guerra que estos dos países tuvieron en 1979, con la humillación china retirándose de Vietnam. Ambos países eran y son comunistas (aunque con economías capitalistas dirigidas por el Estado). Y ya que estamos en cuestiones históricas, podemos retroceder aún más en el tiempo con el constructor de las relaciones exteriores basadas en un eje geopolítico. En el siglo XVII el cardenal Richelieu, primer ministro de Francia, se alió con La Puerta (el imperio otomano musulmán) contra los católicos Habsburgo y todo su imperio con el que Francia rivalizaba en poder y posición. No olvidemos que el rey de Francia era en Europa “rey cristianísimo”. Así pues, los países eligen sus políticas en relaciones exteriores según sus intereses geopolíticos, y los ideológicos cuando no le queda más remedio. Si tenemos la cabeza fría, las relaciones con Venezuela, un Estado fallido, no le aporta nada al Perú en términos geopolíticos, ni desde la derecha (Grupo de Lima) ni desde la izquierda (Foro de Sao Paulo). Tampoco aporta nada geopolíticamente nuestras relaciones con Cuba, aunque para los cubanos sí aporta mucho geopolíticamente sus relaciones con el Perú, un Estado más al cual parasitar (luego de Venezuela y la Unión Soviética). ¿Y la Alianza del Pacífico? Sin duda este es un foro geopolítico de primer nivel, teniendo en cuenta que el Pacífico es el nuevo centro del mundo en el cual conviven países con diferentes culturas, religiones e ideologías. El canciller Béjar debería explicar entonces cuál es la posición peruana de nuestras relaciones exteriores, esto es, si geopolítica o ideológica, simplemente para tener bien claro si los intereses del Perú (su situación de poder en el mundo) se decantarán por la cháchara de la Internacional con el puño en alto y la “patria grande” o por lo pragmático, funcional y realista de lo que más le conviene al Perú en cuanto a riqueza, comercio, progreso e influencia, independientemente si nuestras relaciones son con democracias o autocracias (como las del Sultán de Brunei, la del rey de Tailandia o la Rusia de Putin, por ejemplo). Cierro como empecé, con una sonrisa, aunque espero que no sea la cruel de ver metido al Perú con los pobretones y buenos para nada del barrio y del mundo.
Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.