Venezuela: ¿guerra a la vista?
Las noticias sobre Venezuela son cada vez más alarmantes, no solo por la miseria que golpea a millones de seres humanos o por la barbarie represiva, sino porque puede suceder algo peor, más catastrófico: un conflicto bélico con Colombia.
Esa posibilidad es mayor ahora que 19 cancilleres de las naciones que integran el Tratado de Asistencia Recíproca (TIAR), acordaron reunirse para decidir un conjunto de acciones contra Venezuela, incluyendo la intervención militar.
La perspectiva de un conflicto es latente, luego que el presidente colombiano Iván Duque denunció que las FARC eran “una banda de narcotraficantes que cuentan con albergue y apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”.
Más aún, autoridades colombianas recuerdan que hace un mes Maduro sostuvo que los guerrilleros Iván Marquez y Jesus Santrich eran “bienvenidos a Venezuela y al Foro de Sao Paulo, porque son líderes de la paz” y que un reciente informe de la revista “Semana” de Bogotá publicó documentos de los servicios de inteligencia bolivarianos, transcribiendo órdenes para que las tropas no detengan ni hostilicen a remanentes de las FARC o del Frente de Liberación Nacional que se encuentran en suelo colombiano.
De confirmarse la acusación del presidente Duque, el régimen chavista estaría violando la resolución No 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU, del 28 de septiembre del 2001, que determina que los Estados se “abstengan de prestar todo tipo de apoyo, activo o pasivo“ a grupos subversivos, denieguen pedidos de refugio, impidan que utilicen su territorios con ese propósito y establezcan estrictos controles fronterizos para evitar su desplazamiento.
Como antecedente, recordemos que el 1 de marzo del 2008, por orden del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, la Fuerza Aérea bombardeó un campamento de las FARC ubicado en la zona ecuatoriana de Sucumbíos, causando 22 muertos, entre ellos Raúl Reyes, segundo comandante, en cuyo poder encontraron una computadora con información política relevante, datos confirmados por expertos de Interpol, Corea del Sur, Singapur y Australia.
La computadora del líder guerrillero contenía 37,872 documentos, 452 hojas de cálculo, 210, 888 imágenes y 10,537 archivos multimedia, material que reveló los vínculos de esa organización subversiva con narcotraficantes, vendedores de armas y contactos políticos internacionales, especialmente con los venezolanos.
Colombia, en consecuencia, tiene legítimo derecho de presentar en la Asamblea General de la ONU una denuncia sobre las escabrosas relaciones del gobierno de Caracas con las guerrillas, el narcotráfico y con células del Hezbollah, pudiendo, también, llevar el caso al Consejo de Seguridad para solicitar que se apliquen sanciones económicas o se despliegue una fuerza multinacional para proteger a la población venezolana, opción más viable que aplicar forzadamente el TIAR.