Vergonzante actuación de la Fiscalía
Cuando concluya la pesadilla que, en estos últimos diez meses, embarga al Perú, la ex Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, tendrá que vérselas con un juez, desprovisto de esas casullas rojas que ahora visten determinados magistrados del poder Judicial que dirige otra juez, Elvia Barrios, dominada por el régimen bolchevique/senderista que dirige Pedro Castillo. Todos ellos pagarán caro su traición a la Democracia -y fundamentalmente al Estado de Derecho- por haber violado la Constitución y las leyes, sometiéndose a un régimen marxista sólo para politizar la Judicatura a cambio de permanecer en sus cargos. Ese mismo Camino al Gólgota tendrá que transitar el tal Pablo Sánchez, actual Fiscal de la Nación que, hasta el momento, funge como pieza de recambio de su par, la cuestionada Zoraida Ávalos. Y junto con ambos, acabarán en el banquillo todos los integrantes de la malhadada Junta Nacional de Justicia. ¿La razón? Hace más de un año que no nombra a los cuatro fiscales supremos faltantes en el Ministerio Público, desde que éste perdiera a cuatro de ellos -con los que, por reglamento, debería operar- tras una razzia, también politizada, que impuso la dupla Pablo Sánchez/Zoraida Ávalos para quedarse ambos como “únicos fiscales supremos”, y hacer de las suyas arrodillados frente al gobernante de turno, violando la autonomía constitucional que debe imperar en la Fiscalía de la Nación frente a los tres poderes del Estado.
Resultó extraño, demasiado extraño, que Zoraida Ávalos abriese investigación contra Castillo y, simultáneamente, dictase que quedaba suspendida “hasta que concluya su mandato”, abriéndole la puerta al reo en potencia para que desaparezca y/o “arregle” evidencias en beneficio propio. Igual actuó ante el miserable Vizcarra, liberándolo delictivamente de su responsabilidades tanto por actos de corrupción como por crimen derivado de su infame actuación durante la epidemia Covid.
Es más, según información publicada ayer por EXPRESO, en un documento firmado por Zoraida Ávalos la susodicha ex Fiscal de la Nación demuestra claramente su doble rasero. En el caso del expresidente Manuel Merino, Ávalos dispuso “iniciar diligencias preliminares (…) Recíbase la declaración indagatoria de Manuel Merino Lama, en su condición de presidente de la República”, según documento fechado el 1/11/20, mientras Merino era presidente constitucional. Precedente que configura un delito de “discriminación y omisión de funciones” de Ávalos. ¡Porque el caso de Pedro Castillo lo ha dejado en suspenso, mostrando ser una sumisa colaboradora del chotano!
Otro fiscal -hasta el momento- entregado al régimen comunista/senderista de Castillo es Pedro Sánchez, quien no mueve un dedo ante “los indicios criminales que apuntan a Pedro Castillo”, como anotaba ayer este periódico. Para agravar la situación de Sánchez, existen en la Fiscalía tres informes sobre casos de corrupción de Castillo; entre ellos, por Lavado de Activos, adonde las fiscales Norah Córdova, Karla Zecenarro y Luz Taquire recomiendan “abrir investigación al actual presidente”. Sin embargo, demostrando complicidad y/o sumisión, Sánchez se inclina ante el presidente. Porque, olímpicamente, los ha soslayado.
Fiscal Sánchez, enmiende su conducta. Porque semejante doble rasero lo sentará ante un juez más temprano que tarde.
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