¡Vergüenza ajena, amable lector!

Hay que reconocerle al periodista mexicano, Fernando del Rincón, la habilidad de haber sabido seducir a un sujeto primitivo como Pedro Castillo, planteándole realizar una entrevista para la CNN. ¡El chotano se sintió importante! “Me van a ver en todo el mundo. Soy una persona notable”, alucinó. ¡Y pisaría el palito! Tanto así que, durante la interviú de marras, Castillo le trataba de “amigo” a Del Rincón. El ahora imputado de dirigir una organización criminal, tuvo su cuarto de hora codeándose con celebridades como el exitoso presentador mexicano. “Esta es mi oportunidad”, pensó. ¡Y fue todo lo contrario! Fue la oportunidad de oro para que un hombre de prensa extranjero pusiera en evidencia, ante todo el mundo, quién es este sujeto que ganó las cuestionadas elecciones del año pasado. Castillo acabó balbuceando tras la repregunta de Del Rincón. “¿Sabe usted que en su país ceder territorio es considerado una traición a la patria?”. “Pero es lo que piden los hermanos bolivianos”, respondía tartamudeando el aún presidente del Perú, semanas después de instalado en palacio. ¿Resumen? Un año más tarde, la hija putativa de Castillo ya está en un penal; la esposa va camino al presidio; sus cuñados fugados; su ex Secretario General de Palacio confesando todos los detales de los crímenes perpetrados por la organización criminal que, según el Ministerio Público, dirige Castillo; su ex ministro Juan Silva prófugo, aunque negociando para transformarse en otro colaborador eficaz que delatará más delitos perpetrados por el inefable Castillo.
Pero Fernando del Rincón no se quedó contento con aquella entrevista. Como intuitivo hombre de prensa que es, le puso el foco al Perú. Las conclusiones que ha sacado, hasta ahora, demuestran que incluso sabe ver bajo las piedras. A Castillo lo calaría durante la primera media hora de aquella sagaz entrevista. Pero igual de pronto supo Del Rincón la calaña de políticos, presuntamente de oposición, a quienes enfrenta Castillo, midiendo las reacciones que ha recibido su mencionada entrevista. Tanto así que, como publicara ayer EXPRESO, ha informado con minuciosidad y exactitud sobre la incomprensible pasividad, lentitud, falta de interés o lo que fuere con que están actuando tanto el sistema de Justicia -que involucra al poder Judicial y la Fiscalía de la Nación-, como el Congreso peruano. “Fíjense ustedes desde cuándo existen hechos suficientes para haber iniciado ya un proceso contra Pedro Castillo, tanto en el Poder Legislativo como en el Judicial”, refiriéndose al cúmulo de evidencias/pruebas que le incriminan como capo de una organización criminal, dedicado a generar más corrupción. Y agregó: “Fíjense el tiempo que se han tomado. Perdónenme congresistas y fiscales. Es inaceptable, es vergonzoso su desempeño. Esto es injusto con el pueblo; es un insulto a los peruanos (…) Ustedes congresistas son peruanos; ustedes en la fiscalía son peruanos. Les está yendo mal a todos los peruanos y les va a seguir yendo mal mientras ustedes no hagan su trabajo. Soy periodista extranjero, pero me bastó estudiar para verle el cobre a Castillo. Y ustedes, ¿qué excusa tienen?”
¡Tiene toda la razón!