Vergüenza internacional
Hace unos días, las llamadas bancadas demócratas y uno que otro congresista no agrupado juntó poco más de 60 votos y logró que el Pleno apruebe la moción exhortando al ocupante de Palacio para que, por el bien de la Nación, renuncie al cargo y facilite una salida constitucional al pandemónium en que ha convertido al Perú en apenas nueve meses. Se agradece el esfuerzo pero, como alguien dijo, la iniciativa parlamentaria no pasa de ser un saludo a la bandera que no deja de ser ofensivo para nuestro símbolo patrio, por lo que preferimos calificarlo como los españoles de brindis al sol y dejar a la bandera tranquila.
En todo caso, ante el desgobierno socialista castrista en que se halla sumida la República, queda claro que del incapaz y corrupto Poder Ejecutivo y del indolente y fragmentado Poder Legislativo poco ya puede esperarse y que será la galopante crisis económica y social y las generalizadas movilizaciones ciudadanas y protestas populares las que más temprano que tarde empujarán al inexorable cambio democrático.
Normalmente, nuestro desconcertado país apenas llama la atención a nivel de la prensa mundial y, cuando lo hace, usualmente no es para algo bueno, sobre todo en el último quinquenio. Pues, para variar, de nuevo estamos mediáticamente en lo mismo gracias al dislate del impresentable y decrépito jefe del Gabinete, quien en un acto oficial cita elogiosamente a Hitler, el principal genocida de la historia y, asimismo, por la absoluta incompetencia y arbitrariedad que comete la Fiscalía en agravio del expresidente PPK. A la carga insoportable de sufrir el nefasto régimen de Castillo, Cerrón y adláteres, hoy se suma la vergüenza de ser tachados en el extranjero debido a un ministro con delirios revisionistas del nazismo que la humanidad repudia y por un sistema de justicia abusivo que ha motivado que connotados expresidentes de Estado y de Gobierno de Hispanoamérica y exdirectivos de organismos internacionales expresen su profunda preocupación y alarma por la injusta situación procesal a que está sometido PPK.
Y no es para menos, si se tiene en cuenta que lleva más de cuatro años y medio investigado, privado de sus bienes, arrestado domiciliariamente primero y hoy aunque se ha restituido su libertad bajo medidas restrictivas, sigue con la amenaza de un absurdo impedimento de salida del país y TODO ELLO SIN QUE EXISTA ACUSACIÓN FISCAL ALGUNA. Vergüenza sobre vergüenza si se supone que todavía el Perú es un Estado Constitucional y Democrático. ¿O ya no lo es? Ojalá las oraciones del Papa Francisco interesado por la suerte del Perú sirvan para superar este desastroso trance. ¡AMÉN!
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