Victoria de la respetable Delia Espinoza a pesar de ambiente político pestilente general
Cuatro figuras caracterizan el momento político actual: Ríos Patio (Presidente JNJ), Tomás Gálvez (Fiscal de la Nación interino) y José Jerí (Congreso). Muy diferente, Delia Espinoza (Fiscal de la Nación abusivamente suspendida). El resto de cabezas de poderes, en silencio cómplice ante la imbecilidad gubernamental. El mayor delincuente no es el Presidente de la JNJ sino el Fiscal de la Nación interino que ha sido resucitado después de 5 años en la sombra. Es el mayor delincuente porque es el más capaz, mientras que Ríos es simplemente el caballo de Calígula, cónsul del Imperio romano. La situación del momento se caracteriza en que Tomás Gálvez es el que está preparando su propia finalidad política. Mientras Ríos simplemente representa la audacia de la estupidez, Gálvez, después de años en la sombra, ahora tiene su partido político inscrito y es candidato a la presidencia de la república. Ahora que le ha caído la Fiscalía de la Nación, ha dejado de ocuparse de su «presidencia». El derecho y la razón están con la fiscal suspendida. Esta injusticia no ha tenido la protesta de ningún político, pero a la larga la razón tiene que imponerse y posiblemente vuelva. Así, como desde el 2016, la derecha ha terminado mal, este antecedente debe repetirse en meses finales del presente quinquenio presidencial. Tomás Gálvez inicialmente declaró que no sería justo dejar de lado todos los juicios por lavado de activos, empezando por el de Odebrecht, pero a los días consideró que sería necesario dejarlos y ayer, sale la declaración de Domingo Pérez, denunciando el tremendo acoso de Gálvez contra él y su superior Vela, que los obligaría a renunciar. Respecto a la situación del Ministerio Público, Tomás Gálvez ha puntualizado que él es solamente interino, pero encima de él está la fiscal titular, Delia Espinoza. Es decir, que su poder es limitado y que, en consecuencia, si bien el presidente de la JNJ ha dicho que Delia Espinoza debe permanecer suspendida en su domicilio, él tiene que darle su lugar en el local del Ministerio Público y que cualquier decisión seria tiene que consultarla con ella. Este es un saludo muy inteligente con el resto de las cabezas del poder gubernamental que mantienen el silencio cómplice que ya hemos referido. Además, si la suspensión de Delia Espinoza terminara mañana, el prestigio de Gálvez mejoraría. El retorno de Espinoza es naturalmente inevitable porque es derecho pleno y legítimo. Lo contrario es tenebroso.
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