ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Vida

Imagen
Fecha Publicación: 01/04/2023 - 22:00
Escucha esta nota

Hoy iba a escribir sobre el indiscutible éxito del segundo encuentro regional de Foro de Madrid-Lima pero habiendo recibido los comentarios de buenos amigos dejaremos que la defensa de la vida se abra camino. Siempre me ha sorprendido el ataque de la izquierda a la familia y a la Iglesia. En su pensamiento son instituciones que obstaculizan la construcción de sociedades socialistas, que fomentan la opresión y la desigualdad social. Resumiendo, a los comunistas no les gusta el sentido trascendental de la existencia y mucho menos que obedezcamos a nuestros padres. La izquierda extremista sabe bien que el aborto y su promoción es la bomba de destrucción más potente que puede existir contra estas instituciones.

Sin embargo, la premio Nobel de la Paz, Santa Teresa de Calcuta, una de las figuras más reconocidas en la defensa de la vida, declaró en una ocasión: “La mayor destrucción de la paz hoy es el aborto, porque es una guerra contra el niño, una matanza directa del inocente niño, asesinado por la propia madre. Y si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos impedir que otros se maten entre sí?”. También viene bien recordar las palabras del Papa Francisco: “La vida humana debe ser respetada y protegida en su totalidad, desde el momento de la concepción hasta su muerte natural. El aborto es una violación de este principio fundamental, ya que priva a un ser humano de su derecho más básico: el derecho a la vida.”

En nuestra tradición hispánica, la filosofía y pensamiento de la escuela de Salamanca se basan en la idea de que cada ser humano -independientemente de su edad, sexo, raza o condición social- es una persona única e irrepetible, creada a imagen y semejanza de Dios, y que, por lo tanto, tiene una dignidad y un valor intrínsecos que deben ser respetados y protegidos por la ley y por la sociedad en su conjunto. Nosotros tenemos la obligación y el deber de defender al más débil y no hay nadie más débil que un bebé no nacido.

En este sentido, el Pacto de San José de Costa Rica establece en su artículo 4 que “toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”. Por lo tanto, cualquier fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del aborto es una violación directa de este acuerdo.

Los gobiernos de los países firmantes del Pacto de San José tiene la responsabilidad moral y legal de asegurar que se respete el derecho a la vida en todas sus etapas, incluyendo la protección del derecho a la vida desde el momento de la concepción. Ante cualquier decisión que vaya contra este derecho fundamental, se deben tomar medidas para proteger el derecho a la vida de sus ciudadanos, incluyendo abandonar la jurisdicción de la Corte.

Perú es una nación orgullosa, profundamente hispánica y por ello fiel a sus raíces cristianas. Las embestidas del comunismo contra sus cimientos han fracasado una y otra vez. Ahora una vez más su sociedad está llamada a defender lo esencial, la vida.

Por: Víctor González Y Coello de Portugal.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitterInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.