Villa 2000, Cofopri y el Poder Judicial
Los reflectores de los medios han estado puestos sobre Villa El Salvador, a propósito de la trágica deflagración que no deja de cobrar más víctimas fatales, hecho que nunca más debe repetirse. Sin embargo hay también otro tipo de incendios, aquellos que atentan contra la seguridad jurídica y peor cuando afectan a los emprendedores del Perú profundo, como los comerciantes de la Asociación de Microempresarios Villa 2000.
Este caso merece la atención de las autoridades, especialmente de Cofopri y del Poder Judicial, porque es uno más donde Pepe el Vivo hace de las suyas y le saca la vuelta a la ley, tal como quedó evidenciado en el programa “Hora Seis” de la Federación de Periodistas del Perú. El tema estriba en que Villa 2000 es poseedora hace más de 20 años del Lote 2, Mz. A, Sector 3, Grupo 1, de Villa
El Salvador, quedando expedito su derecho de propiedad por prescripción adquisitiva y que espera sentencia en el Tercer Juzgado Civil de Lima (Exp. N° 76984-2004).
Sin embargo, frente a ese legítimo derecho, apareció la interferencia del notario Jorge Colareta Cavassa, quien habría festinado trámites para despojar a Villa 2000 de su bien inmueble. Por lo demás, debe indicarse que dicho notario fue sancionado y poco tiempo después murió pero el daño ya estaba hecho. Ese notario otorgó validez a documentos falsos, que la propia Municipalidad de Villa El Salvador reconoció que eran apócrifos (Exp. 481-2015), y sobre los cuales debe pronunciarse una Sala Superior del Poder Judicial.
Pero el caso tiene además otro ingrediente cuestionable, y es la pasividad o negligencia de Cofopri que no han podido defender un inmueble inscrito a nombre del Estado, y sobre todo cuando tiene mejor derecho Villa 2000. Y ahora Cofopri con su negligencia está permitiendo que prácticamente se le despoje del bien, predio que sobre la base de la ilegalidad cometida por un mal notario se ha inscrito a favor de otra persona en Registros Públicos el pasado 6 de enero e incluso se ha hipotecado a favor de una empresa. Asimismo se vienen realizando contratos de compra venta con terceros que alegarán ser adquirientes de buena fe.
Señores, con ilegalidades y nulidades no se puede construir derecho, por eso el caso de la Asociación de Microempresarios Villa 2000 merece la atención de las autoridades pues no se puede hablar de la boca para afuera de las bondades de la ley cuando cada día se aleja más del Perú, como tampoco se pueden dar encendidos discursos a favor de los emprendedores de nuestro país cuando estos son despojados de sus inmuebles a los cuales tienen derecho por prescripción. Los jueces y funcionarios de Cofopri tienen que hacer mejor su trabajo y