Villena y el villano

Martín Vizcarra viene siendo denunciado ante la justicia por presuntos actos de corrupción que habría cometido antes, cuando fue gobernador regional de Moquegua, después, como ministro de Transportes y Comunicaciones con PPK y finalmente por sus perversos actos pandémicos y golpistas como presidente de la República. Sin duda hasta ahora ha tenido “cintura”, suerte y buenos “amigos” para driblear a la justicia.
Hace una semana el fiscal de la Nación interino, Juan Carlos Villena, sorprendió al disponer archivar y no formular denuncia constitucional contra el expresidente Vizcarra en el caso de la presunta compra irregular de pruebas rápidas para enfrentar el Covid-19.
El máximo representante del Ministerio Público argumentó que, en las diligencias realizadas por la Fiscalía y las declaraciones recabadas, no han hallado indicios suficientes para acusarlo. Por ello, Vizcarra, ya no podría volver a ser investigado por este caso, salvo que surgiera una nueva prueba que no haya sido tomada en cuenta.
Esta controvertida decisión de la Fiscalía de la Nación ha sido muy criticada, pero, Villena, sin sonrojarse, ha salvado esta vez a Vizcarra de una denuncia en la que los testimonios revelarían que sí habría estado involucrado en el proceso de adquisición.
Nos quedamos con la percepción que Vizcarra es el gran beneficiado de la pugna en el Ministerio Publico que motivó la destitución de Patricia Benavides, la extemporánea suspensión de Pablo Sánchez y el celebrado retorno de Zoraida Ávalos.
El desempeño del fiscal Villena pareciera ratificar las especulaciones iniciales que estaría sometido a los mandatos del oscuro poder caviar. Lo que vemos ahora es una clara señal que el exmandatario tiene de su lado a un Ministerio Público dispuesto a blindarlo, archivando cuanta denuncia sea presentada en su contra, evitando que Vizcarra sea sentenciado y así tenga el camino libre hacia la impunidad.
Tampoco nos debería sorprender que Vizcarra, con otra ayudita de sus amigos, logre revertir la inhabilitación que recibió del Congreso para que no pueda ejercer la función pública durante diez años, lo que hasta ahora le impediría participar y ser elegido en las próximas elecciones.
Lamentablemente en el Ministerio Público, desde hace más de una década, algunos fiscales politizados han utilizado ilegalmente el poder conferido para actuar selectivamente protegiendo a sus allegados y persiguiendo a sus adversarios.
Hay otras investigaciones en proceso que esperamos no sigan el mismo camino. Nos debe preocupar que Villena haya archivado una de las más importantes denuncias. Nos preguntamos, ¿acaso no es una prueba suficiente para acusar constitucionalmente al responsable del gobierno que ocasionó que miles de peruanos perdieran la vida por la negligencia de no disponer de las pruebas moleculares que habrían permitido detectar el contagio a tiempo y sean debidamente tratados en su momento?

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