Visualiza lo que anhelas
Son los diferentes escenarios en que la mente se transporta a experiencias que ha vivido o desea vivir que son gratificantes o en algunas circunstancias no lo son, pero existe en el pensamiento y percepción de las personas.
Los anhelos son las esperanzas que deseamos experimentar, por eso la mente lo grafica como una realidad de llevarse a cabo, son como los sueños que no se han realizado, pero no pierdes la fe que se cumplan.
Muchas veces, visualizas el perfil de la pareja, que se conoce como el amor hipérbole, que anida en nuestro interior, todo ser humano desea, anhela cómo quisiera que sea su pareja, buena, cariñosa, tolerante, sociable, buenos sentimientos, sincera, emprendedora, luchadora, no conformista, independiente, asertiva, con carácter, trabajadora, honesta, leal, tierna, apasionada, empero algunas veces no es así, cuando interactúas con la pareja, no pudiste ver más allá, la juventud, falta de experiencia, pero no hay que olvidarnos que llevamos un aprendizaje como referente del hogar que se desarrolla e inconsciente buscamos una pareja como la mamá y el papá, según el género que pertenezcas, sucede algunas veces o mejor dicho muchas veces, la pregunta es: ¿por qué? Simplemente viviste una forma de vida que quedó grabada en el inconsciente y repites la historia, después la persona se da cuenta, que lo que visualizabas no era lo que anhelabas en la realidad, con las consecuencias de la separación, divorcio, relaciones paralelas, violencia doméstica, al no tener solución se judicializa la vida de las personas para que le otorguen la razón a quien la tiene.
El presente caso, que les voy a comentar, se trata de un joven que se preguntó toda su vida por qué se casó su padre con su madre, siendo el agua y el aceite, el padre, cariñoso, preocupado por los hijos, en la educación y alimentos, nunca vio a su madre darle un beso a su padre o darle gustos en lo que le gustaba. Ella era fría, distante, vivía su propio mundo, apariencia, sin calor humano, sin comunicación, recuerda que a él se le antojó una gelatina y la madre le dijo, no te sirvas, porque es para la visita.
Sin embargo, este joven escogió como pareja a una mujer con las mismas características de la madre, que se casaron, formaron una familia, tuvieron hijos, empero faltaba amor, sentimientos, ternura, que tanto anhelaba de parte de la esposa, que desencadenó en un divorcio; y como dice el dicho “no hay mal que por bien no venga”, Dios lo bendijo, le permitió conocer a una mujer que la había visualizado y anhelado, que era totalmente opuesta a su primera esposa, que lo llenó de ternura, amor, comprensión, que lo supo valorar, darle su lugar y respetarlo, como él a ella, de vez en cuando él y su esposa me saludan y cuentan, que están treinta y uno años juntos, ininterrumpidamente y es lo más maravilloso que le ha podido suceder, no tiene angustia, ni ansiedades, no se siente vacío por dentro, su tanque emocional está a full.
Eso es lindo, que visualices y anheles una pareja que te haga feliz y tú a ella, que lo que sembraste y cosechaste con amor, se convierta en una relación madura, se sientan acompañados, que viven intensamente el uno para el otro, respetando los espacios de cada uno, saber que en el corazón de ella estás tú; y en el de ella, estás tú, que pueden existir diferencias, empero conversando arriban a un punto en común. Siendo muy importante que a los dos les gusta ayudar a la gente sin nada a cambio, tienen la capacidad de colocarse en el lugar de las otras personas. “Viva el amor”.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.