¿Vivimos la comida como un analgésico o un anestésico para los momentos de dolor?

¿Sabías que mediante la alimentación tapamos ciertas circunstancias que no queremos ver o afrontar en nuestras vidas, llegando a ser una lucha constante con nosotros mismos generándonos un círculo vicioso de emociones destructivas, ocultando así nuestras carencias? Así la conocemos con el nombre de alimentación emocional, ella afecta e influye profundamente en la alimentación física.

Comer desde o por la emoción, significa emplear la comida como alivio de sentimientos intensos. Así, vivimos la comida como un analgésico o un anestésico para los momentos de dolor: la tristeza, la ansiedad, la frustración elevada, el estrés continuado y las situaciones traumáticas que nos pueden generar un estado de vulnerabilidad que se exprese en una alimentación inconsciente o “automatizada”.

Cuántas veces te ha pasado que estás ansioso y/o frustrado y comemos sin medida para olvidar la emoción, buscando comer grasas o dulces hasta en desesperación, pero luego al término de llegar a la saciedad desmedida, quedas con la sensación de culpa, frustración, llegando terminar el momento dentro del círculo de emociones que desgastan nuestra energía, sacándonos de nuestra autonomía y conciencia.
Empecemos por hacernos esta pregunta:

¿Comemos para alimentarnos conscientemente o para saciar nuestro dolor?

Desde este punto empezamos a soltar el automatismo para centrarnos en planificar un gran aspecto de nuestra vida como es la alimentación, sino además mejoramos nuestro estado de ánimo, alivio de nuestras emociones, adoptando nuevos hábitos saludables eligiendo que tipo de alimentos y la cantidad que ingerimos, cambiando en este ámbito te segura que te sentirás más energético, positivo y con la sensación de estar bien contigo mismo.

¿Te animas a dar un cambio en tu vida?

Para construir una relación sana y consciente con la alimentación, reconoceremos distintos tipos de hambre, conoceremos los problemas derivados de una alimentación inconsciente y desarrollaremos una nueva relación con la comida que transformará nuestro día a día y nos habilitará para acompañar a otras personas en este camino de autoconciencia.

Mindfulness te ayudará no solo a mejorar tu relación con la comida sino en darte en cuenta cuál es el trabajo interno que tienes que enfrentar de forma amorosa, sin juicio y en acción, porque así empezamos con las primeras pautas de amor propio y de autocuidados, sin duda que esta práctica obtendrás herramientas para aliviar las emociones que llevamos a cuestas desde hace mucho tiempo.

¡Espero que a través de esta lectura puedas animarte a tener otra perspectiva de las circunstancias de sufrimiento y/o ansiedad, ten en cuenta que hay una ventana para descubrirte y abrazar nuevas oportunidades desde la práctica de hoy!

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