Vizcarra 1743 días impune. Cerrón 727 días "prófugo"
La ciudadanía parece pasar cada vez más de repeler a acostumbrarse a las mediatizadas pugnas de poder en torno al manejo de los "nervios del gobierno" y de los poderes del Estado en general. El juego político de fondo se muestra institucionalmente envenenado. ¿Cuándo y quiénes moderarán esta dinámica imprudente?
Uno de los pulseos es el que se fue instalando entre el Ministerio del Interior y el Ministerio Público, a propósito de las críticas que se han lanzado mutuamente sobre sus respectivos roles en materia de seguridad ciudadana y de políticas anticriminales. Muchos detalles hay alrededor. El asunto es que este tipo de conflictos —que incluye hasta a "facciones" dentro de las facciones— dejan sin piso las coordinaciones básicas que debe haber entre las instituciones responsables de solucionar los graves problemas nacionales pendientes. La falta de liderazgo y de credibilidad presidencial que reoriente u ordene el proceso político y social en general añade mala energía al sistema de tensiones peruano.
En torno a las pullas no está demás recordar cómo, por ejemplo, el exfiscal de la Nación J. C. Villena cuestionaba en setiembre de 2024 a la Policía el no haber capturado a Vladimir Cerrón. El jefe de "Perú Libre" tiene a fecha de hoy 727 días "prófugo". Aquí hemos escrito al respecto en múltiples oportunidades resaltando cómo esta condición daña a la Policía Nacional ante la opinión pública. Si la versión de que es el desgobierno boluartista el que lo protege (en paralelo a actores externos cubanos), esto ya no afecta tanto a la reputación presidencial de Dina Boluarte inmersa en crecientes y abrumadoras acusaciones. En realidad cada día que pasa Cerrón sospechosamente “inubicable” e impune, degrada de hecho el profesionalismo y la imagen efectiva de los policías verdaderamente institucionalistas.
Pero Cerrón no es el único en medio de escandalosas impunidades selectivas. El mismo exfiscal J. C. Villena se olvidaba de Martín Vizcarra. Por ejemplo, ¿cómo así habiendo un caso tan sólido con pruebas y testigos indudables, el expresidente sigue suelto en plaza haciendo campaña política? ¿Seguiría hoy libre Vizcarra si se apellidara Fujimori o García? ¿A quiénes no conviene que se procese y sentencie a quien fue adulado como el otrora "presidente de la crisis"?
De hecho, pues, muchas "narrativas" políticas de quienes lo secundaron y apañaron como presidente se caen —incluyendo a cierta prensa y convenientes "encuestas"— si es finalmente encarcelado, sobre todo antes de las elecciones del 2026.
Con no poca razón, distintos sectores han reclamado que no se haya capturado hasta ahora a Vladimir Cerrón. Pero también urge exigir el fin de la impunidad —de 1743 días desde su vacancia— que beneficia al intocado Martín Vizcarra, gracias a la evidente "indignación" selectiva caviar de fiscales, jueces y expolicías politizados que nunca quisieron, ni quieren, enmarrocarlo. Lo mismo ocurre con la impunidad de la que goza la exalcaldesa Susana Villarán y todos sus cómplices.
