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¡Vizcarra es un peligro inminente!

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Fecha Publicación: 12/10/2020 - 22:00
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El aún presidente Martín Vizcarra –turbado por sus propios demonios a consecuencia de su falta de ética, coherencia, sindéresis y verosimilitud- ha ingresado a un estadio de absoluta inestabilidad, que le impide ejercer constitucionalmente el cargo de jefe de Estado. De continuar haciéndolo, el Perú corre el gravísimo riesgo de caer en el pozo séptico del caos sociopolítico, agravado por una torrencial crisis marco-económica. El escenario nacional es pues de vértigo. La intervención de Vizcarra en conversatorios cotidianos televisados por los medios de información vendidos a su gobierno –al estilo del impresentable Chávez y/o de su heredero Maduro- no hace sino corroborar lo que afirmamos. Por culpa de un periodismo cómplice y corrupto, la nación está gobernada por un incapaz. Con el agravante que soporta una perturbación mental de proporción tectónica, que le induce a perpetrar actos reñidos con la legislación y la Constitución.

El negacionismo de Vizcarra es el símbolo explícito de su alteración y su desasosiego. En pocas palabras Vizcarra atraviesa por una serísima crisis de estabilidad emocional, como resultado de haber sido emboscado y grabado por su mismísimo círculo íntimo -de amistad y poder- en el cual confiaba tan plenamente que se permitió reunirlos en el propio palacio de gobierno, para dictarles pautas sobre la forma en que debían actuar y las respuestas que necesitaban dar a otras autoridades –Congreso y Fiscalía de la Nación- para esconder, a como diese lugar, su participación en el extraño, sospechoso affaire de un sujeto que le atormenta al extremo, llamado Ricardo “swing” Cisneros. La afortunadamente rápida intervención de la fiscal Janny Sánchez-Porturas abortó esta deliberada obstaculización a la Justicia, por quien aún ejerce la primera magistratura de la nación. Lo dijimos el mismo día en que este Congreso irresponsable –abdicando de su papel fiscalizador y capacidad de poner orden en la gobernanza nacional- tras escuchar a toda la representación manifestarse claramente indignada por la falta de capacidad moral del ingeniero Vizcarra para seguir al mando del Perú, decidió votar en contrario a lo que pensaban los legisladores, disponiendo que permaneciera al mando del Perú. La estancia de Vizcarra en palacio de gobierno tan sólo podría exacerbar su inestabilidad mental y su incapacidad para conducir los destinos de treinta millones de peruanos. Y a casi un mes de aquello, el tiempo nos ha dado la razón. ¡Vizcarra es un peligro en la presidencia de la República!

Inclusive en asuntos como entrometerse incoherente, ilegítima e inconstitucionalmente en decisiones que competen a otros poderes del Estado, y/o a estamentos amparados por leyes orgánicas y/o estatutarias, Vizcarra es ahora un estorbo permanente para la continuidad del país. El tribuno Ernesto Blume Fortini acaba de precisarlo. “Me parece muy mal que el presidente de la República esté metiéndose en competencias del Tribunal Constitucional, orientando en alguna medida a la opinión pública en uno u otro sentido. No tiene por qué una autoridad insinuarle a otra una decisión.” Mientras más días permanezca Vizcarra en la presidencia, mayores riesgos de toda naturaleza correrá nuestra patria. ¿Quiénes insisten tanto en permitírselo?