ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Vizcarra y sus aires de seductor

Imagen
Fecha Publicación: 18/09/2019 - 02:53
Escucha esta nota

¿Quién es el caudillo carismático detrás de Martin Vizcarra? Nuestro presidente tiene que ser la excepción a la regla del populismo, ha roto todos los esquemas. En el caso del Perú, ya no se requiere de un personaje enigmático y lleno de “virtudes” para generar fanatismo y devoción, basta dinero (público evidentemente), un pueblo emotivo e ignorante, prensa sumisa y hambrienta, encuestadoras diligentes y serviciales, y cerebritos perversos que monten arrolladoras campañas a través de las redes sociales.

El historiador mexicano Enrique Krauze define al populismo como “Una forma de dominación donde un líder carismático llega al poder por la legítima vía de los votos y luego establece un contacto directo con sectores amplísimos de la población y termina por subvertir las instituciones de la democracia (…) es el hechizo de ese líder carismático sobre un sector amplísimo del pueblo por encima de las leyes y las instituciones (…) el populista moviliza, divide a la sociedad entre buenos y malos (…)”

Vizcarra no tiene comunicación hipnótica pero ha conseguido hechizar a gran parte de la población; carece de discurso seductor o imagen atractiva pero ha convencido a un alto porcentaje de peruanos que es capaz de hacer cambios profundísimos en la sociedad. Queda demostrado que con dinero se puede fabricar un caudillo, de hechura casera por lo que no tiene mayor garantía ni larga duración, pero cumple los fines de la maquinaria que tiene detrás.

En este escenario, las encuestas siempre le son benévolas, resultados ambiguos de un pueblo peruano muy desconcertante. ¿Cómo se explica que Martín Vizcarra tenga un 48 % de aprobación y la gestión del gobierno sólo un 32 %? ¿Qué misteriosos criterios se utilizan para distinguir a nuestro venerado presidente de sus esforzados ministros? ¿Por qué su mayor apoyo lo recibe de los estratos económicos de mayores ingresos: NSEA 70 % y NSEB 72%, cuando es evidente que el país está parado y que la productividad decrece?

La popularidad del Presidente ha subido como consecuencia de ciertos hitos puntuales, todos caracterizados por la ruptura y el enfrentamiento. La reforma política impulsada por un Referéndum a la medida; la disolución del Consejo Nacional de la Magistratura y posterior creación de la Junta Nacional de Justicia, como si la podredumbre del Poder Judicial se limitara a denominaciones y nuevos marcos legales, cuando claramente se trata de las personas.

Sus altisonantes y sorpresivas palabras al terminar su discurso de 28 de julio último proponiendo un adelanto de elecciones que ha complicado aún más la gobernabilidad del país.

¿Qué pasará en las próximas semanas? Imposible saberlo porque si el Presidente necesita de algún exabrupto para subir en las encuestas, no le temblará la voz para expresarse y, luego de dicho y ofrecido, le será imposible dar marcha atrás, aunque resultase evidente que está arrojado al país al precipicio, una vez más.