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Volvió ‘El Gran Show’

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Fecha Publicación: 10/04/2019 - 20:25
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La prisión preliminar por diez días para el expresidente Pedro Pablo Kuczynski es una exageración que solo responde al figuretismo del fiscal José Domingo Pérez, a quien el Poder Judicial le acepta TODOS sus desquiciados pedidos sin chistar. PPK ya tenía impedimento de salida del país y sus cuentas estaban congeladas, por lo que una eventual fuga era altamente improbable.

Ahora bien, si Pérez creía conveniente solicitar una nueva medida en contra el exmandatario, tomando en cuenta su avanzada edad y estado de salud, esta debió ser la prisión domiciliaria. Pero no, una vez más, los peruanos seremos expectadores de las largas y agotadoras audiencias en el canal Justicia TV, cuyo resultado final será la inminente prisión preventiva de Kuczynski. ¡Alisten su canchita que vuelve ‘El Gran Show’ de Domingo Pérez!

Lo que ocurre en el Perú es sumamente peligroso: se está enjaulando a la gente sin condena (más de la mitad de presos no tiene sentencia, según el INEI). Leo a colegas que celebran que otros países de la región nos vean como la tierra en donde los políticos embarrados por las corruptelas de la constructora carioca Odebrecht están siendo encarcelados, pero, estimados, se trata de PRISIONES PREVENTIVAS, que deberían ser la excepción, mas no la regla.

En Brasil, por ejemplo, las cosas son diferentes: el expresidente Lula da Silva lleva más de un año preso luego de afrontar un proceso en el que, finalmente, fue condenado a doce años –en primera y segunda instancia– por corrupción y blanqueo de dinero.

Aquí, sin embargo, Ollanta Humala y Nadine Heredia salieron libres –y con caritas de yo no fui– tras cumplir nueve meses de prisión preventiva por supuestamente haber recibido dinero sucio venezolano y brasileño. Ambos aún aguardan un juicio que nunca llega. En tanto, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, purga 36 meses de cárcel provisoria a pesar de que jamás gobernó y pese a que los aportes irregulares a campañas –hasta ahora– no son delito en el país.

¿Podemos estar orgullos de que nuestra administración de justicia meta presos a funcionarios que, tarde o temprano, estarán nuevamente en la calle prestos para volver a la política? Lo único que se logra con estas detenciones al por mayor es la victimización de los investigados.

Hay que exigir justicia y que caigan todos los delincuentes, pero que caigan con condena después de un proceso, valga la redundancia, justo. Solo así mereceremos decirle al mundo: acá nadie tiene corona.

Otrosí: veo muchas críticas de congresistas frente a la innegable inoperancia del Ejecutivo en el conflicto social en Las Bambas, pero nada de acciones al respecto. ¿Acaso a la REPRESENTACIÓN NACIONAL no le corresponde mediar entre los comuneros (sus electores) y el gobierno de Martín Vizcarra? Pónganse a trabajar.

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