Votemos pensando y razonando

Salvo que suceda algo extraordinario entre que escribimos este comentario –y usted lo lea el primer día del próximo año–, el año 2024 no ha sido aquel diluvio que muchos temíamos; no obstante, todos los presagios que han habido desde que Dina Boluarte asumiera la presidencia del Perú. Punto a favor de quienes, como Boluarte, practican aquello de “si el problema tiene solución, ¿por qué te preocupas?; y si no tiene solución, ¿por qué te preocupas?”.
Disquisiciones aparte, hoy acaba otro año medianamente desaprovechado por nuestra nación, siempre tan pletórica de pequeñeces que, al fin del día, resultan siendo peligrosas. Un año malgastado, insistimos, porque si bien no hemos retrocedido –a pesar del enorme peso de las lacras que aparecieron bien diagnosticadas en la edición de ayer de EXPRESO–, tampoco hemos avanzado lo que demanda nuestra realidad tercermundista, para modernizar este arcaico, frágil, corrupto sistema judicial, social y político, que la mayor parte de los peruanos insiste en conservar.
Quizá el error más grande haya sido no adoptar una estrategia más inteligente y coherente para enfrentar el colosal riesgo que enfrentaremos en apenas dieciséis meses, cuando se produzcan las elecciones generales de abril del 2026. Este, amable lector, es el verdadero punto neurálgico al que necesitamos apuntar, en procura de organizar una estrategia nacional que nos permita superar el obstáculo más difícil que tenemos adelante como sociedad. Hablamos de esa inepta, corrupta, socialconfusa masa de electores, acostumbrada a votar por los peores candidatos, por las razones que sea. Siendo la principal, el acomplejamiento y/o resentimiento social, seguido del analfabetismo en materia política.
Los comicios del 2026 han sido organizados por el mismísimo Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que estuvo vigente hasta hace escasos meses. Como recordarán, lo presidió el comunista y defensor de terroristas Jorge Luis Salas Arenas, quien se opuso a confrontar cientos de miles de actas fraguadas, con los padrones de Reniec y de la ONPE, consolidándole así el triunfo a otro comunista como él: Pedro Castillo Terrones.
El actual JNE tiene poco tiempo en vigencia. Lo integran Roberto Burneo Bermejo, como presidente, y como miembros titulares están Martha Maison Molina, Willy Ramírez Chávarry, Jaime Torres Cortéz, Aarón Oyarce Yuzzelli, Gustavo Pajares Gómez, Ronald Johanne Angulo y Mario Velásquez Torres. Valga esta oportunidad para reiterarle, a todos sus integrantes, el sentimiento de indignación que aún flota alrededor de dicha institución, responsable en buena medida del caos sociopolítico imperante en el país. Y, consecuentemente, la urgente necesidad de que este JNE vuelva a retomar el tono de independencia del cual dependen los comicios limpios y democráticos que demandamos los peruanos.
Y al elector, lo instamos a prepararse seriamente para votar con seso. ¡NO con el hígado ni escuchando al vecino alevoso! De su voto, amable lector, dependerá su futuro y el de sus descendencias. Basta de insistir en el voto inducido por terceros. USTED es el llamado a analizar a cada postulante a la presidencia, como a alguna representación parlamentaria; que esta vez incluirá el retorno del Senado. ¡Con un voto suyo meditado, ganará el Perú!

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.