Waterloo

Después de una larga exposición, la señora Mirtha Vásquez y su consejo de ministros fueron a pedir un voto de confianza. La señora Mirtha Vásquez se presentó a cien días de iniciado este gobierno comunista.

Se suele hacer un balance de los 100 primeros días como los mejores de un régimen cualquiera, sin embargo, parece que estamos en los últimos 100 días del gobierno de Napoleón Bonaparte que terminó en Waterloo, con un desastre estrepitoso. Aunque las comparaciones son odiosas, guardando las distancias entre los personajes históricos, tenemos que en estos cien primeros días lo único que hemos tenido aquí no es un Waterloo, sino un simple “wáter” del que hay que tirar la cadena para que la cosa no termine en desastre.

La señora Mirtha Vásquez propuso tener confianza en su gabinete, sin embargo, tuvo la osadía de ir al Congreso con ministros impresentables que ofenden con su presencia la cámara. ¿Confianza a un ministro de Educación con serias vinculaciones con la Fenatep, sindicato de fachada del Conare, legalizado entre gallos y medianoche por el exministro de Trabajo Íber Maraví, cuyo prontuario policial por terrorismo es bien conocido, y que responde a un organismo de fachada de Sendero Luminoso? ¿Quiere que le demos la confianza para que le laven el cerebro a nuestros niños y adolescentes, para formar a peruanos contra peruanos que es lo que busca la lucha de clases de la que se ufana el ministro Gallardo?

¿Y el ministro del Interior? ¿Después de la cuchipanda de Barranzuela a quién trae? Al señor Avelino Guillén, un odiador profesional. Un señor que divide al país en vez de unirlo.

¿Confianza para la ministra Dina Boluarte, sindicada por pertenecer a la organización criminal “Los dinámicos de centro” por lavado de activos? ¿Confianza para Dina Boluarte que afirma que en estos cien días el Congreso no ha sacado ninguna ley importante, cuando se acaba de legislar la ley de Seguridad alimentaria que ella, desde el Midis, debería implementar?

Sin duda, la señora primer ministra parece mejor que esos “bárbaros Atilas” del poema de César Vallejo que la precedieron en el cargo, pero en realidad los hechos de estos primeros cien días caóticos y sin rumbo pintan que las cosas no marchan.

¡NO, SEÑORA! ¡SU GOBIERNO ES UN DESASTRE, ES WATERLOO, O MEJOR DICHO UN WÁTER ATORADO AL QUE SOLO CABE JALAR LA CADENA!

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