¿Y el tren de cercanías?
Carrera de caballos, parada de borricos. Esta máxima –que se aplica a la perfección para las escasas iniciativas coherentes que aparecen en este país- pareciera haberle alcanzado a aquella de construir un tren para enlazar Lima –la capital- con dos polos socioeconómicamente activos. Es decir, la ruta entre Huacho-Lima-Ica. En la práctica la capital del país se extiende por el norte hasta las laderas que marcan el comienzo de Pasamayo y por el Sur hasta Cañete. Hablamos pues de alrededor de doscientos kilómetros de extensión costera poblada. Y entre Pasamayo y Huacho distan casi 150 kilómetros -lo mismo que entre Cañete e Ica- claramente poblados y económicamente urgidos de contar con algún servicio de transporte eficiente, para multiplicar su pujante producción esencialmente agroindustrial y pesquera. Por tanto, el proyecto que ofreció la dupla Kuczynski/Vizcarra -construir lo que llamaron un Tren de Cercanías como una las principales iniciativas de su programa de gobierno- mereció una fuerte aprobación. No obstante en los hechos –que es lo que la gente espera de las promesas electorales que hacen los candidatos- parece que la cosa habría quedado en nada. Por lo menos a la luz del silencio sepulcral que guarda uno de los firmantes de aquella propuesta electoral: el inefable ingeniero Vizcarra, presidente accidental del país, quien en lugar de invertir los recursos fiscales en obras de infraestructura productiva -como el tren citado- ha dado preferencia a despilfarros desvergonzados como aquellos S/ 3,000 millones malversados en publicidad y consultorías, aparte de S/ 1,300 millones tirados al agua entre convocatorias a referéndum; elección e instalación de parlamentarios; o esos US$6,000 millones quemados en construir una refinería que vale US$1,500 para un país que consume alrededor de 300,000 barriles de crudo anuales y sólo produce 30,000 barriles/año. Gastos efectuados estos interminables 30 meses de gestión suya.
Sería bueno que el presidente Vizcarra indique al país el estado en que se encuentra el proyecto del Tren de Cercanías. Lo último que se supo fue que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones informó –a comienzos del año 2019- que “la obra sigue encaminada como iniciativa estatal cofinanciada, porque el estudio de preinversión a nivel de perfil ya no lo hará un privado como se proyectó en su momento (…) El MTC confirmó cambios en el proyecto ferroviario, debido a que hasta julio de 2019 la compañía China Railway –única inversionista en presentar su propuesta- no logró ser admitida al incumplir con subsanar las observaciones.” De otro lado el MT dio a conocer –también a fines del año 2019- que “había firmado el contrato para la elaboración del estudio de perfil del proyecto de Tren de Cercanías que beneficiará a los habitantes de Lima, Barranca, Cañete, Chincha e Ica.”
En momentos de crisis –sanitaria, social y económica- se hace más necesario ejecutar proyectos de infraestructura productivos como este. ¡Aunque sea ejecute algo positivo, presidente Vizcarra, haciendo realidad el Tren de Cercanías!
