¿Y la condena para Susana Villarán?

La maquinaria caviar, liderada por el trotskista Nicolás Lúcar, ha reaccionado esparciendo medias verdades en contra del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, luego de que este creciera cuantiosamente en aprobación en las últimas encuestas, colocándose como una interesante alternativa de cara a las elecciones presidenciales del 2026, aunque considero que debería culminar su periodo como burgomaestre, tal como prometió en campaña municipal.
De López Aliaga se ha dicho que, en el año 2009, promocionó la firma del contrato de concesión de los peajes a favor de OAS. En aquel entonces, el empresario era un regidor más (uno de 40), por lo que su posición a favor no movió ninguna aguja. Además, aquel año, no se sabían de los actos de corrupción en los que estaba metida la constructora brasileña.
Lo cierto es que quien le entregó por 10 años más los peajes a OAS fue la zurda Susana Villarán, a cambio de hasta 7 millones de dólares en coimas usados sus campañas contra la revocatoria y reelección. Aquí no se trata de ningún aporte irregular de campaña, como en el caso de Keiko Fujimori, sino de sucios sobornos, dado que Villarán era la máxima autoridad de la comuna capitalina por aquella época y modificó el contrato de concesión, favoreciendo a la compañía carioca de marras.
Susana Villarán también habría recibido otros 3 millones de dólares de la corrupta Odebrecht por los peajes de Rutas de Lima. Por ambos casos, la Fiscalía pide 29 años de cárcel para Villarán, que encabezó la Municipalidad de Lima entre los años 2011 y 2014.
Sin embargo, aún ni siquiera empieza el juicio en contra de la exalcaldesa de Lima, debido a que, como bien recordará el lector, la izquierdista fue fundadora de la ONG IDL, que todavía tiene mucho poder en el sistema de administración de justicia. En tanto no hay ninguna condena a la vista, Susana Villarán disfruta del verano en la playa Arica (Lurín), donde, incluso, construyó en su casa una piscina de manera ilegal.
‘Porky’, por su parte, se encuentra metido en una dura batalla legal para conseguir que la comuna limeña recupere los peajes fruto de la corrupción. Por lo pronto, ha logrado que el Tribunal Constitucional suspenda el cobro de la caseta de Puente Piedra, que impedía el libre tránsito de los vecinos.
La andanada de cuestionamientos hacia el líder de Renovación Popular es tan chapucera que fue nada menos que el joyón de José Luna Gálvez el que inició el bulo, al alimón con el conductor del bigote de ‘Exitosa’. Saque usted sus propias conclusiones.

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