¿Y las obras de prevención?
Las lluvias que empiezan a caer en los meses de noviembre y diciembre impedirán que se realicen obras de descolmatación y de limpieza en los cauces de los ríos o se continúen ejecutando en aquellos lugares, tradicionalmente vulnerables, de la zona norte del país y que este año se verán más afectados por la presencia de El Niño, con gravísimas consecuencias para cientos de miles de pobladores que se verán afectados por los rigores de la naturaleza. Y todo parece indicar que las obras de prevención para evitar los daños que se prevén no están, siquiera remotamente, avanzadas. La inercia, esta vez, alcanza a los gobiernos regionales y locales de esas zonas.
La voz de alerta la dio el contralor general de la República, Nelson Shack, al advertir que solo se ha ejecutado un 5.6% del presupuesto anual designado para obras de prevención para la ‘Emergencia por el fenómeno de El Niño. Estar a tan sólo tres o cuatro meses de que ello pueda ocurrir, nos debe obligar a actuar las alertas, máxime, si ya tenemos experiencias cercanas de cómo llega este fenómeno y sabemos cómo arrasa con puentes, sembríos, casas y vidas humanas.
“Ojalá que El Niño no venga de manera severa porque si no nos va a destruir. Pueden morir miles de compatriotas y habrá millones de dólares en pérdidas de infraestructura pública y privada”, advirtió Shack. “Eso tiene que ver mucho también con la poca cultura de gestión de riesgo de desastres que tenemos en el Perú, por lo que, en general, hay un retraso sustancial en todas las obras”, precisó el alto funcionario. Y es lo lamentable. Tener que llegar a los extremos de la inacción negligente de parte de quienes tienen la responsabilidad de trabajar para evitar previsibles daños y desastres, debería merecer las sanciones más drásticas.
No es posible, como lo ha señalado el contralor, que existiendo más de 800 millones comprometidos para las obras, los gobiernos ni las entidades no cuenten con planes concretos para enfrentar las emergencias que llegarán con las lluvias, los huaicos y los desbordes por el cambio climático en camino. En las zonas altas de nuestro corredor andino, sin embargo, la gravedad del cambio climático se manifestará con sequías extremas, sobre todo en las regiones de Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Tacna, Junín y Pasco, tal como lo advirtió el jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres, Miguel Yamasaki. Sin embargo, el ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, consideró que la alerta del contralor Shack es alarmista. “Hay que ser muy cuidadosos y no ser alarmistas cuando se habla de la emergencia por El Niño”, señaló.
Otra noticia, que nos ha llamado la atención y fue recibida con indignación provino de las oficinas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Se supo que este organismo admitió la demanda presentada por el fundador del MRTA, Víctor Polay Campos, contra el Estado peruano, al que acusó, con insólito despropósito, de violar su derecho al principio de legalidad y sus garantías judiciales, al haber permitido que sea torturado, según el terrorista que en la década de los 80, mantuvo cárceles infames para ocultar a sus secuestrados y provocó miles de muertes en una población pacífica como la nuestra.
La exprocuradora Delia Muñoz advirtió de esta situación, alertando que se pretende modificar la jurisprudencia sobre juzgamientos por terrorismo en Perú. “Si el Estado no logra hacer una defensa adecuada, el tema se lleva recién ante la Corte IDH.
Antes de terminar, quiero felicitar el fallo del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de La Victoria-San Luis de la Corte Superior de Justicia de Lima, que sentenció a un año y seis meses de cárcel al individuo que acuchilló con salvajismo a una indefensa perrita de raza pug, como venganza a su expareja de quien se halla separado. Ojalá esta sentencia sirva de escarmiento.
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