Zapatero a sus zapatos
Los carroñeros cuando no encuentran lo suyo cruzan fronteras y son capaces de todo. Logran su propósito cuando el terreno (de la ignorancia) le concede la oportunidad, hasta que las víctimas ‘reaccionan’ y ya no se les permite aprovecharse de lo ajeno.
Aplicamos esta metáfora para la edición de hoy donde nos ocupamos de algo que fue manejado con escándalo y expectativa, intentando lucrar una vez más (cruzando indebidamente la frontera) en base a una pasión popular llamada fútbol y sus ejecutantes, como los jugadores de Universitario después de la Noche Crema en Trujillo.
Y no diríamos nada si tuvieran razón, en base a una necesaria objetividad, conscientes de que como ser humanos siempre estaremos expuestos al error. Sin embargo, anunciar -como estilan- con gran expectativa entre secuencia y secuencia el “¡Ya viene…!” para luego repetir muchas veces la pobreza de un audiovisual de 10 segundos, decepciona a quienes aún pensamos, a quienes estamos comprometidos, no solo con el fútbol y su entorno, sino también con la imagen de un país anhelado de cambiar.
Entonces, los engaños, escándalos y valentonadas manejadas de la farándula no caben en una nueva etapa que tanto instituciones como los verdaderos profesionales se esmeran en proyectar a un nuevo fútbol peruano. Porque sencillamente toda la vida no vamos a estar con ese estigma de que si eres futbolista ‘eres borracho pe’, juerguero, fracasado; mientras de tu vida, se supone no sabemos, para lo que nos interesa.
Por eso el capitán de Universitario de Deportes, y alto valor de la Selección Peruana, Aldo Corzo fue tajante: “No hablo de mi vida privada, ni de lo que hago en mis días libres. Cuando me toca entrenar o jugar yo me voy a matar por eso". Basta de sacar partido con las miserias ajenas. Zapatero a tus zapatos.
