Dante Alighieri reservó el noveno círculo de su infierno para los traidores. Ahí, narra el poeta italiano en la Divina Comedia, estos perecen congelados eternamente por morder la mano de quien alguna vez confió en ellos.
Aaron Salomón
Periodista.
Qué irresponsables son estos congresistas, ¿verdad mandatario? Qué maliciosos hemos sido sus juzgadores, ¿cierto? Qué malcriado resultó ese tal Beto Ortiz que se atrevió a pedirle que le muestre al menos una obra. ¡Desubicado mal! ¿No se da cuenta, acaso, de que usted no puede ejecutar nada por culpa de los malditos de Palacio Legislativo?
Vamos a conceder -como sostiene la prensa oficialista- que, en tiempos de Pedro Pablo Kuczynski como presidente, el Parlamento sí entorpeció las labores del Ejecutivo al censurar a Jaime Saavedra, rechazarle la confianza a Alfredo Thorne y negarle también la confianza que interpuso el gabinete liderado por Fernando Zavala para intentar salvar a Marilú Martens.
Saludo el pronunciamiento de los más destacados abogados constitucionalistas del país, quienes han coincidido en que Martín Vizcarra no podría hacer una cuestión de confianza para la aprobación de su proyecto de reforma constitucional de adelanto de elecciones generales al 2020.
“No tenga miedo de gobernar”, le dijo el presidente del Parlamento, Pedro Olaechea, al mandatario Martín Vizcarra, quien ha demostrado su total incompetencia para manejar el Perú y pretende saltar del barco.
Los “audios de la vergüenza” ponen al descubierto la total incompetencia de Martín Vizcarra, cuya permanencia en la Presidencia de la República es insostenible.
El periodista Beto Ortiz fue tendencia al sostener con bastante creatividad lo que Aldo Mariátegui, Phillip Butters o este servidor venimos denunciando desde nuestros sendos espacios: la prensa oficialista. Frente a un descuadrado Jaime Chincha -uno más del gremio gobiernista-, Ortiz escupió: “La cantidad de waripoleras que le han salido a Vizcarra es impresionante.
Los rojos y caviares resultaron más albertistas que los propios fujimoristas, y ahora reclaman el cierre del Congreso con la excusa ya conocida de que es el clamor popular (más del 80 % de peruanos estuvo también a favor del golpe de Estado de Alberto Fujimori).
Como bien alertó el periodista Ricardo Uceda, tras revisar la sentencia de la homologación del acuerdo de colaboración suscrito con la corrupta constructora Odebrecht, los fiscales Vela y Pérez omitieron deliberadamente los ilícitos en varios millonarios proyectos, más allá de los cuatro en los que la firma carioca sí aceptó responsabilidad penal: Metro de Lima, Carretera Interoceánica, Vía Evi
La exprocuradora anticorrupción Katherine Ampuero disparó contra los coleguitas y fiscales faranduleros que defienden a capa y espada el acuerdo entreguista suscrito -y ya homologado por el Poder Judicial- con la corrupta constructora Odebrecht.
La caviarada enquistada en el Gobierno del presidente Martín Vizcarra vuelve al ataque. A la ministra de la Mujer, la apepista Gloria Montenegro (¡que ya antes había pedido el cierre del Congreso!), se le ocurrió nada menos que impulsar la equidad de género ataviando a miembros del Ejército con delantales rosados encima de sus uniformes.
El Pleno del Congreso de la República aprobó -con 77 votos a favor, 44 en contra y 3 abstenciones- la cuestión de confianza planteada por el Gobierno del presidente Martín Vizcarra para el debate y aprobación de seis iniciativas, incluidas algunas que requieren cambios en la Constitución, acerca de la reforma política.
El presidente de la República, Martín Vizcarra, llegó desafiante –el último martes– a la casa del Legislativo para informar con inmenso desparpajo que su premier Salvador del Solar y su ministro de Justicia, Vicente Zeballos, no participarían del debate de la Comisión de Constitución sobre la reforma política. ¿La razón?
Ha sido un colosal tropezón de la Comisión de Defensa del Congreso haber citado a los miembros de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) que participaron en la diligencia fiscal a la vivienda del expresidente Alan García.
El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, retrocedió y ya no ejecutará el contrato “caduco” con la constructora peruana Graña y Montero –involucrada en los casos de corrupción ‘Club de la Construcción’ y ‘Odebrecht’– sobre la ampliación de la Vía Expresa hasta la Panamericana Sur.
Dictar 36 meses de prisión preventiva para un hombre de 80 años -enfermo, con las cuentas congeladas y que pasaba los días como ermitaño en un castillo sanisidrino que no podía mantener- es un acto vil y despreciable. El juez Jorge Luis Chávez Tamariz creyó "coherente" enjaular por tres años al expresidente Pedro Pablo Kuczynski para evitar así que se fugue del país.
El suicidio del expresidente Alan García Pérez debe poner los abusos de nuestro menesteroso sistema de justicia en los ojos del mundo. García eligió morir -siempre dijo que jamás lo verían enmarrocado y lo cumplió- por su propia mano antes de ser ajusticiado por sus enemigos políticos (y la prensa onegeista) que lo querían ver perecer como a Augusto B. Leguía.