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Jaime Miranda Sousa

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Los recién electos jóvenes congresistas deben saber que el Estado peruano, a partir de fines de los 60, es el que más les ha robado a los peruanos, porque con inconciencia, a partir de esos años, ha gastado más de lo que hemos producido provocando una inflación inimaginable por los jóvenes nuevos congresistas, e inflación es robarle los ahorros al pueblo.

Los políticos, incluyendo al Presidente, afirman que la reforma política que requiere el país incluye la de los partidos políticos, entre otras razones, para evitar que sean unos vientres de alquiler o se creen solo para defender escondidos intereses.

Las Dictaduras Constitucionales las originan el acaparamiento del poder en forma democrática para luego, sin incumplir la Constitución vigente, cambiarla de manera que permita al gobierno permanecer en el poder por más tiempo que el permitido por la Constitución originalmente existente.

El Tribunal Constitucional tiene que aclarar la constitucional prerrogativa de disolver el Congreso que tiene el Presidente de la República, no hacerlo es dejar la institucionalidad peruana al garete. Sustento lo anterior comentando los artículos constitucionales referentes a la disolución del Congreso.

Todos sabemos que Ollanta Humala era candidato de la anti economía de mercado, razón por la que proponía un gobierno estatista de izquierda, mejor dicho, un gobierno mercantilista de izquierda.

Señores abogados, ¿es cierto que con el lavado de activos el delincuente pretende que sus activos de origen ilícito parezcan tener uno lícito? ¿Es verdad que un ejemplo de lavar activo es que un traficante de drogas compre una lavandería para “lavar” ropa inexistente generando ingresos también inexistentes de manera que pueda, con estos, dar apariencia legal a sus activos?

Como todos sabemos, el presidente de la Comisión Permanente del Congreso, mediante una Acción Competencial, ha pedido al Tribunal Constitucional que se pronuncie sobre la constitucionalidad de la disolución del Congreso que, el día 30 de septiembre último, llevó a cabo el presidente Martín Vizcarra.

El problema chileno solo sorprendió a los mercantilistas privados porque no llegan a comprender que las prácticas comerciales que distorsionan el mercado atentan contra la Economía de Mercado y promueven el mercantilismo de izquierda, léase, al socialismo.

En muchas oportunidades esta columna ha manifestado que el gran problema que tenemos los peruanos es que no sabemos lo que está pasando y que este problema lo origina el acaparamiento de la prensa por un grupo que manifiestamente tiene intereses particulares, los mismos que los favorece el que los peruanos no sepamos lo que está pasando.

Una economía social de mercado para todos fue el tema del CADE. Quiero hacer notar que la Economía de Mercado es una sola y que la razón por la que en nuestra Constitución se le llama Social es porque el Partido Popular Cristiano, que participó en la elaboración de la Constitución de 1979 y la de 1963, exigió que se le denominara Economía Social de Mercado.

La tipicidad es el elemento esencial para la configuración del delito, sin su tipificación es imposible su existencia. Se denomina tipicidad al encuadramiento de la conducta humana al tipo penal. Así cuando la ley describe el homicidio diciendo “el que prive de la vida a otro”, la conducta típica está dada por el hecho concreto de matar a otro.

La etapa socialista que vivió el Perú con Velasco Alvarado se llevó a cabo entre los años 1968 y 1975.

En el Perú existen 24 “partidos” políticos, ello hace que, con rarísimas excepciones, los políticos tengan “MI CURUL COMO DOCTRINA” como única disciplina socio económica. Por ello, nos es difícil escoger por quien votar, porque dentro de estos 24 “partidos” hay algunos que tienen candidatos que defienden al mercantilismo privado y otros al mercantilismo socialista.

Los políticos han logrado que el debate socio económico se haya transformado en la Torre de Babel. La verdad es que todos los hombres, por ser imperfectos, buscamos privilegios y para obtenerlos tratamos de adquirir poder. Unos lo hacen usando sus propios recursos y otros el control que tienen sobre el gobierno.

El que haya trabajado en más de 12 países, incluyendo Ecuador, Chile y Bolivia, me permite escribir estas líneas.

Muchos debates sobre la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) muestran que un gran número de los que participan en ellos tienen el afán de ganar la discusión y pocos el de buscar la verdad. Creo que mi Columna trata de ayudar a sus lectores a encontrar la verdad. Veamos qué pasa con el TC.

En las elecciones de 1970, para ser electo presidente de Chile, se requería obtener la mayoría absoluta de los votos, si ninguno alcanzaba esta mayoría, el Congreso elegía al primer mandatario.

La política relacionada con el “golpe” ha abarcado todas las noticias, sin embargo, la mayoría de los medios de comunicación no tocan un tema muy importe, este es el relacionado con las consecuencias del nuevo Parlamento que elegiremos el 26 de enero del próximo año.

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