ÚLTIMA HORA
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Jorge Morelli

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La economía crece muy poco, pero crece. Una vez más, la informalidad salva al Perú de la recesión. Lo saben todos los que están en relación con la producción, pero no lo dicen o lo reconocen solo en privado.

Según Kurt Burneo -tercer ministro de Economía de Castillo en poco más de un año de gobierno-, la economía se está desacelerando y crecerá este año apenas algo más de 2%, porque el Banco Central de Reserva frena el crecimiento al elevar la tasa de interés.

Al golpe feroz propinado por la pandemia contra la economía global, al que se sumaría luego el de la guerra en Europa, el partido demócrata en el poder en EEUU, no ha tenido mejor idea que agregar la presencia de Nancy Pelosi en la isla de Taiwán.

Hay tres planes en marcha.

El primero es de la caviarada. Quiere sacar a Castillo para poner a Boluarte en Palacio y volver a copar el gobierno.

Hace un año, el dólar en Nueva York estaba en 90 puntos (en la escala Dollar Index, que compara a la moneda con otras). Esta semana, el dólar llegaba a los 107 puntos. El alza de 13% le ha permitido al dólar volver a ser un refugio ante el pavor mundial por el destino de la economía global.

En una callecita de Chorrillos sobre la esquina se yergue un homenaje a la democracia.

El comunicado de las Fuerzas Armadas en respuesta al primer ministro es una pieza medular en el proceso político de muchos años en el país.

El comunicado prueba que las Fuerzas Armadas no forman parte y no secundarán ningún plan para la captura del poder comunista en el Perú.

Vladímir Putin ha hecho una declaración medular sobre el origen de la inflación mundial.

Para el presidente de Rusia, la inflación es el resultado de “muchos años de política macroeconómica irresponsable de los países del G7, de la emisión descontrolada y la acumulación de deudas sin respaldo”.

El embajador de China en el Perú, Liang Yu, representa a la autoridad política de su país ante un Estado extranjero. No es un empresario ni un académico. Cuando habla, lo hace a nombre de su gobierno y del Estado chino.

Según Bloomberg, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Ji, ha declarado que Pekín trabaja para promover la democracia “real”. China está dispuesta a promover en la comunidad mundial esta democracia basada “en las condiciones de cada una de las naciones”, dijo Wang Ji en comunicado oficial.

Fidel Castro fue idolatrado por América Latina y lo es aún no por haber sido comunista sino a pesar de haberlo sido. Habría sido amado como un líder no importa qué bandera hubiera levantado a causa de su energía animal y su fabulada narrativa para un pueblo hambriento de significado sobre su lugar en la historia.

La oposición no sabe lo que hace. Se equivoca respecto del asunto fundamental: cree que da lo mismo sacar a Castillo por las buenas o las malas.

Sacarlo por las buenas, por así decir, es hacerlo dentro de la ley, la Constitución, la democracia y el Estado de Derecho. Esto puede parecer banal, pero no lo es.

Vladimir Cerrón ya no puede amenazar a Castillo con la vacancia de la Presidencia de la República. Diez maestros de la bancada original del partido de gobierno renunciaron y se pasaron a formar otra, leal al presidente.

Pedro Castillo tiene experiencia en las marchas y contramarchas de la negociación sindical, y la aplica en el día a día de su penosa gestión. Por eso es que un día dice que “rechaza rotundamente” la asamblea constituyente, y otro que es “hora de debatirla”.

Estamos jugando con fuego.

El cobre cayó a 4.16 dólares la libra en Nueva York la semana que termina, luego de haberse mantenido por meses sobre los 4.50 dólares. Si llegara a pasar debajo de los 4 dólares, la economía peruana va a la recesión.

Hace ya 63 años que el fantasma del castrismo cubano “exporta su revolución” para hacerse del control de los recursos naturales de Sudamérica. Lo ha hecho siempre con falsas banderas ideológicas. Lo logró con el petróleo de Venezuela. Ha vivido de eso desde Hugo Chávez. La última de estas estragemas ha sido la de la asamblea constituyente.

Castillo renunció públicamente a la constituyente. Recaer ahora en esa torpe idea parece una maniobra para no confrontar abiertamente a su mentor y permitir que sea este quien va a estrellarse contra el muro del Congreso. De este modo, es el Congreso -y no el Presidente- quien toma la decisión de enviar al tacho el malhadado proyecto.

Pedro Castillo está pensando en un nuevo gabinete. Pero en las actuales condiciones no hay forma de reclutar un nuevo gabinete. Nadie que sepa aceptará, porque ese gabinete podría durar apenas horas. El Gobierno no tiene credibilidad.

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