Sunedu es un panóptico, que ha implementado la vigilancia y el castigo sobre el sistema universitario. Es así: la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria pretende estatuir una arquitectura panóptica, de cuartel, de cárcel, de nosocomio, sobre la comunidad universitaria.
Juan Antonio Bazán
El Perú marcha hacia una guerra civil, porque Pedro Castillo ha convertido a nuestro sistema político en un nudo gordiano. He ahí la hipótesis causal de este artículo. Como el rey griego Gordias, Castillo tiene el origen rural, pero fundamentalmente la tiranía del nudo.
Pedro Castillo, su familia (la nombro por objetividad, y sólo una vez), y sus hombres son los lúmpenes que nos gobiernan. La primera hipótesis de este artículo es que el actual gobierno se define como lumpen, por una gran metamorfosis: por poco ha dejado de ser marxista, leninista, maoísta, progresista e izquierdista, para convertirse en “escoria social”.
El presidente Pedro Castillo es un muñequito de cuerda. Posee vida, y movimiento, según las voluntades e intereses de, principalmente, dos oposiciones y dos manos que le jalan la cuerda a distintas distancias en señal de la asignación de distintos tiempos de sobrevivencia presidencial. Por una u otra mano, el razonamiento de consenso es que Castillo va a caer porque se le acaba la cuerda.
La pandemia del coronavirus es la expropiación de la vida, y de la muerte. A los vivos no se nos permite vivir nuestra propia vida, y a los muertos no se les deja morir su propia muerte. Aun así, la vida pandémica tiene en la propia sobrevivencia un sentido, pero la muerte simplemente no.
La pandemia del coronavirus podría estar produciendo la vacuna del último hombre. Michel Foucault parece pensar que el hombre, vacunado o sin vacunar, pertenece enteramente a la urdimbre de la historia. Afirma que, en los hilos cruzados de la representación, “jamás se encuentra presente el (hombre) mismo”.