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Madeleine Osterling

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Estamos en absoluto estado de indefensión, no podemos hacer valer un solo derecho porque el imperio de la calle, de la masa, de la violencia, prevalece sobre la ley y la autoridad.

¿Para qué necesita este desastroso gobierno una nueva Constitución si no están en capacidad de respetar las principales instituciones que garantizan la democracia? Castillo burlándose de la vacancia: “Yo le llamo la vagancia porque eso solamente piensan los vagos”.

No hay analista político que no elucubre sobre la ruptura o distanciamiento de la dupla de oro. Las especulaciones ocupan las portadas de los principales diarios. Yo adhiero la tesis de César Combina.

Me da vergüenza la clase empresarial, los líderes gremiales y todos aquellos genuflexos y acomodados que sostienen que el cambio de premier es positivo para el Perú. Son absolutamente superficiales y se dejan impresionar por las supuestas formas de la señora Vásquez; opiniones ligeras de quienes no se han dado el trabajo de conocer su trayectoria.

“Acabemos con los patrones y hacendados porque ellos ya no comerán más del sudor de los pobres y los campesinos”. Castillo utilizó el mismo discurso trasnochado de Velasco en 1969, cuya Reforma Agraria fracasó abiertamente.

La mentira es la fuerza más poderosa del Comunismo y este gobierno se está deleitando al envolvernos en ella. Generan las más ingeniosas especulaciones sobre la ruptura entre Cerrón y Castillo, cuando resulta estéril teorizar sobre ello.

Castillo viajó, trapeó el piso con el prestigio internacional del Perú y la oposición siguió incólume, mostrando la misma decepcionante actitud y pasividad, como si viviéramos en una democracia. Tanto esfuerzo estos últimos 30 años para mejorar la imagen del país y posicionarlo como una jurisdicción amigable para la inversión privada.

No es suficiente que Castillo realice cambios ministeriales y expulse al terrorista Maraví o al misógino Bellido. No basta que se elija a los nuevos miembros del TC o que se aprueben leyes para delimitar la confianza ni que se investiguen las supuestas irregularidades en las elecciones del 2021. Son logros importantes, pero al final, simples parches.

Cada vez que Castillo o cualquiera de sus adláteres abren la boca sólo nos permiten confirmar por enésima vez que el país está en extremo peligro y que la ÚNICA salida es la vacancia. Su discurso, perversa mezcla de totalitarismo e ignorancia, es el reflejo de un país sin rumbo. Como bien expresó el filósofo Séneca, “No hay viento favorable para quien no sabe a qué puerto se dirige”.

El voto era NO a la confianza. No te puedes acostar con un gobierno de incompetentes, corruptos y filoterroristas. Con la misma severidad con la que se critica a los impresentables ministros, debe cuestionarse a los irresponsables congresistas de oposición (AP y APP) que incluso adelantaron su voto.

No creo en las moderaciones exprés. Igual, Castillo debe estar desesperado ante la presión de la calle, la hégira de capitales, la descontrolada subida de precios, la angustia de las ollas populares: el hambre es una bomba de tiempo para cualquier gobierno, multiplica exponencialmente su debilidad.

Si algo hay que agradecerle a Vladimir Cerrón es que habla fuerte y claro y no oculta las nefastas intenciones de moldearnos a imagen y semejanza de Cuba.

Una vez que un comunista ocupa el poder, jamás lo abandona voluntariamente. Cerrón y sus corifeos lo han dicho fuerte y claro. La vacancia tiene que ser inmediata, es imperativo salvar al Perú de un daño irreparable. La presidenta del Congreso tiene que asumir un liderazgo visible, sin demora y conseguir los 87 votos necesarios para lograrlo.

¡Vacancia o desolación! A los congresistas no les puede temblar la voz ni la mano para sumar los 87 votos que se requieren. Es indispensable diseñar un plan bien fundamentado, en estricta legalidad, y no desviarse hasta conseguirlo.

No acepto que el país llegue al Bicentenario teñido de fraude y de mentira. Estamos de luto, apenados y con la bandera a media asta, pero con la misma energía e ímpetu que nos hace salir a las calles desde el 7 de junio para defender nuestros derechos.

Cuando una sociedad sale del letargo y vence el miedo a levantar la voz, nada la doblegará. Cuando ha activado su capacidad de raciocinio, ya no podrá ser contaminada por los medios serviles. Cuando ha afinado su sentido crítico y es capaz de distinguir al cínico, aquel que camina con ropajes de verdad, con discursos dulces y maquillados, jamás será engañada.

José Elice es un caradura y deja al descubierto la absoluta complicidad del Gobierno con la candidatura de Castillo, esa que Sagasti niega sobre la base de que Vargas Llosa es un hombre desinformado. Es el único argumento que esgrime en su defensa con el agravante que es falso. Si algo sobra es información.

Qué orgullo saber que hay una inmensa fuerza ciudadana que está luchando por la democracia, sin descanso. Han tomado la calle en forma pacífica (otrora mecanismo violento de la Izquierda) para levantar su voz frente a la ignominia.

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