Uno de los deportes más populares, el fútbol, genera CO2 al planeta, ello porque los partidos, los viajes de los jugadores y de los fans, así como las actividades conexas contaminan el ambiente.
Patty Altamirano
Definitivamente los paneles solares generan menos emisiones de carbono, sin embargo, aún siguen siendo un dolor de cabeza para los profesionales encargados de darles a las partes una segunda oportunidad, luego de cumplir su periodo de vida.
Desde 2021 diversos investigadores analizan las ventajas de determinadas partes de la vaca, como sus estómagos que contienen diversas bacterias capaces de descomponer ciertos tipos de plástico y que además su uso puede integrarse a la cadena de reciclaje.
A medida que crece la demanda por energía, se encuentran alternativas como los parques eólicos, que aprovechan la fuerza del viento para producir energía. Según la Agencia Internacional de la Energía, el consumo mundial de este tipo de energía llega al 3 % y se vaticina que para 2050 será del 18 %.
Además de beneficiar a la salud, los olivos y sus productos derivados ofrecen alternativas ambientales que combaten el cambio climático. Desde hace años, investigadores de diversos países vienen estudiando los beneficios de los olivos. Se conoce, por ejemplo, que contribuyen a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y mitigan los efectos del calentamiento global. ¿Y cómo lo logran?
Luego de la COVID-19 una de las actividades que ha tomado fuerza es el turismo, que genera ingresos, pero además impacta en el medioambiente. Los especialistas afirman que el masivo ingreso a zonas naturales como humedales, manglares, arrecifes de coral, zonas costeras y regiones alpinas, son impactadas por el ir y venir de los turistas y de los desechos que van dejando a su alrededor.
El fast fashion o ropa en tendencia por un breve lapso, impulsa la producción masiva de prendas con material de menor calidad y a precios bajos. Por ello, las empresas no esperan al cambio de estación, sino que lanzan las colecciones de ropa en cualquier época del año.
Pasan inadvertidas, pero están en todas partes y contaminan no solo donde se les desecha, sino más allá. Se trata de las colillas o puchos del cigarrillo, que contienen acetato de celulosa que no se biodegrada debido a su alto grado de compresión y porque tienen moléculas de acetilo y que al descomponerse contaminan el agua, suelo y desagüe.
Cada año casi a fines de marzo, científicos, líderes mundiales, empresarios y representantes de la ONU se reúnen para tomarle el pulso al agua, a este recurso tan necesario en nuestras vidas y tan desperdiciado, maltratado y olvidado.
Desde hace una década, diversas empresas iniciaron proyectos para conseguir plástico de diversas plantas, una de ellas, el azúcar, que se convierte así en una alternativa sostenible al plástico fósil del que dependen muchas grandes empresas.
Diversos emprendimientos en el mundo suman esfuerzos para reducir el impacto ambiental negativo de los procesos de transformación, por medio de la economía regenerativa, que significa gestionar sostenible y equilibradamente el bienestar humano y reducir los riesgos para el medio ambiente.
Hace más de un año diversas playas fueron afectadas por el derrame de petróleo y hasta la fecha, muchas de ellas aún no se pueden recuperar. En el mundo, estos lamentables sucesos son tratados por medio de la biorremediación, técnica que usa organismos vivos para eliminar los contaminantes y toxinas del suelo y el agua, producidos por derrames de petróleo o agua subterránea contaminada.
El café ha vuelto a ser el tema de la agenda de investigadores y defensores del medio ambiente, pues según nuevos estudios su alto consumo, que llega a unos 2,250 millones de tazas al día en el mundo, estaría impactando al ambiente.
La crisis energética en el planeta viene afectando a diversas industrias obligándolas a cerrar algunas áreas de producción o contrayendo sus actividades. Los investigadores aseveran que con el invierno la demanda de energía aumentará y ello es preocupante, porque se podría recurrir al uso de elementos contaminantes o seguir depredando los bosques.
Cuando ya se creía que el uso de carbón estaba en declive, un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) llamó la atención de los ciudadanos al destacar que durante el 2022 se quemó una cantidad no imaginada de este hidrocarburo que impacta en el medio ambiente.
En diversos países la calidad del agua es una preocupación constante de los gobiernos. Sin embargo, por diversas actividades naturales y humanas, el agua que beben millones de personas podría estar contaminada.
Los altos costos de la energía en Europa están empujando a determinados países a utilizar la turba, material orgánico, como combustible que impacta en la conservación del hábitat y la calidad del aire. Ello ocurre por ejemplo en Irlanda, donde la turba produce un 6% del total de energía y se debe a que es barata, cuantiosa y fácil de obtener desde los pantanos.
Diversos países, como el Perú, no son responsables de las emisiones que causan el cambio climático, pero sí viven las consecuencias. En la COP 27, que se realizó en Egipto, levantaron su voz para solicitar conocer las pérdidas y daños, así como las compensaciones, temas que no fueron incluidos en la agenda.