Adriana Giudice, CEO de Austral Group, en entrevista con Expreso: “Existe una especie de ‘Reinfo pesquero’ en la extracción de pota”
Analista advierte sobre el riesgo de reproducir en la pesca los males de la minería: informalidad, sobreexplotación y desorden.
La primera temporada de anchoveta tuvo variaciones por factores climáticos y ambientales. Adriana Giudice, ¿cómo evalúas la temporada y qué perspectivas manejas para la segunda, en términos de capturas, precios y sostenibilidad?
La primera temporada de pesca del año 2025 fue realmente un gran reto para todas las empresas, porque las condiciones oceanográficas variaron muy rápidamente. Comenzamos con muy buenas capturas y, de pronto, comenzaron los cierres de puertos y las vedas en ciertos espacios por presencia de juveniles. Eso ralentizó el avance de la pesca e impidió que cumpliéramos con la cuota, lo cual fue muy negativo para los resultados de las compañías.
Esperamos que la segunda temporada comience en los últimos días de octubre o los primeros de noviembre. La cuota dependerá de la evaluación que realiza el IMARPE, que ya hizo un estudio de huevos y larvas y ahora está evaluando la cantidad de biomasa en el mar peruano. En base a eso se fijará la cuota. Una vez establecida, saldremos a ver en qué situación está el recurso y cómo enfrentaremos la temporada.
En términos de sostenibilidad, estamos muy orgullosos de la forma en que se administra la pesquería de la anchoveta, que es la monopesquería más grande del mundo. El Estado peruano ha recibido muchas felicitaciones de organismos como la FAO y de universidades de prestigio como Yale y Columbia, porque somos la pesquería mejor administrada del mundo. Eso es sumamente importante: asegura la sostenibilidad del recurso, que es la base de la sostenibilidad de nuestras empresas.
La Sociedad Nacional de Pesquería mencionó que el feriado previo al inicio de la temporada los afectó un poco. ¿Podría repetirse en esta segunda temporada?
Sí. Lo que pasa es que hay una regulación que establece un plazo para registrar qué barcos se usarán en la temporada, y ese plazo se cuenta en días hábiles. Lamentablemente, la norma que levantó la veda y dio inicio a la primera temporada se publicó antes de Semana Santa. Todos los feriados y el fin de semana retrasaron el inicio del cómputo de días.
Hay un proyecto de decreto supremo —que esperamos se apruebe pronto— que establecería que este plazo ya no se cuente en días hábiles sino en días calendario. En ese sentido, no volveríamos a tener este problema. Consideramos que el 1 de noviembre, que también es feriado, podría afectarnos, pero esperamos que la norma salga antes o que no se repita esta situación.
Esta norma forma parte del proceso de modernización del sector, ¿verdad?
Exacto. Está dentro del marco de la modernización y de la política establecida para reducir trámites, plazos y lograr que la regulación responda realmente a la naturaleza de los negocios.
Hay una incertidumbre por los cambios regulatorios, no solo en el Perú sino en el mundo.
En este contexto de variabilidad climática y presiones ambientales, ¿cuáles son los factores clave que definen la competitividad de la industria pesquera?
En el sector pesquero industrial las normas son claras, sobre todo en el caso de la anchoveta, que opera bajo el sistema de cuotas. También estamos orientados a la pesquería de jurel y caballa, destinadas al consumo humano directo, tanto en el mercado nacional como en la exportación y en estas pesquerías las cuotas se fijan con antelación por el Ministerio de la Producción.
Lamentablemente, esta situación no se repite en la pesca artesanal, donde vemos con mucha preocupación lo que está ocurriendo en Paita, con las revueltas recientes. Pesquerías como la pota no están bien reguladas: no hay cierres definidos y, mediante diversas normas del Congreso o de gobiernos regionales, se han incrementado los permisos de pesca, vía “regularización”. Si aumentan las embarcaciones, pero el recurso es el mismo, cada una pesca menos. Así, los pescadores se quejan porque lo que capturan no les alcanza para vivir, pero el problema es que proliferan licencias y también barcos sin licencia, es decir, totalmente ilegales.
Estamos en contra de los proyectos que buscan ampliar plazos para otorgar nuevos permisos a la flota artesanal. Todo eso repercute en la sostenibilidad marina y en la paz social.
Se están replicando los males de la minería en la pesca, ¿no?
Exactamente. Lo que ocurre con la pota es un “REINFO Pesquero”. Se busca constantemente ampliar permisos y eso afecta la biomasa y la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas que sí tienen licencias. Es parecido a lo que ocurría antes del 2008, cuando no existían cuotas en la anchoveta y vivíamos una “carrera olímpica”: muchas embarcaciones pescando sin orden.
Por ejemplo, Austral tenía más de 40 embarcaciones y hoy solo 19, pero pescamos lo mismo porque hay un mejor ordenamiento. Antes los puertos se congestionaban, la calidad del producto se deterioraba y toda la cadena —desde la descarga hasta la comercialización— se afectaba.
Adriana Giudice, ¿estamos con precios atractivos, como en la minería?
La harina y el aceite tienen una demanda muy elástica: cuando hay mucha producción, el precio baja; cuando hay poca, sube. Hemos tenido años de precios muy altos, como en el 2023, pero insostenibles. Ahora vemos precios más estables, sostenibles para toda la cadena.
En cuanto a los productos congelados, ¿qué rol cumple esta línea en la estrategia de Austral?
Congelamos básicamente jurel, caballa y bonito, que pescamos con nuestras embarcaciones o compramos a terceros. Probamos incorporar pota, pero la informalidad del sector hace difícil ingresar en ese negocio, ya que la pesca de pota está reservada a embarcaciones artesanales.
Adriana Giudice, ¿la pota es “el oro” de la pesca peruana?
Después de la anchoveta, viene la pota. Este año podría ser récord, con unas 500 mil toneladas, pero el desorden en los permisos y la pesca ilegal impiden que sea un negocio sostenible, afectando a los pescadores artesanales, con cuya situación nos solidarizamos.
Hay un programa llamado “Crece con Austral”. ¿De qué trata y cuál ha sido el mayor aprendizaje?
El sector pesquero no está conformado solo por quienes pescamos y procesamos, sino también por toda la cadena de valor. En este programa trabajamos con pymes y medianas empresas durante un año en temas de sostenibilidad, gestión empresarial y finanzas.
Nos emociona ver cómo han avanzado: algunas ya obtuvieron la primera o segunda estrellas en huella de carbono, y más de 90 proveedores se registraron en esta plataforma del Ministerio del Ambiente. Están mejorando sus estándares y profesionalizando su gestión.
El mercado europeo, por ejemplo, exige que la sostenibilidad no solo se limite a la empresa exportadora, sino que abarque toda la cadena de valor. Por eso impulsamos que nuestros proveedores también cumplan criterios ASG: ambientales, sociales y de gobernanza. Así, toda la línea de producción se mantiene limpia y trazable.
¿Qué resultados han visto?
Nuestros proveedores han incrementado su nivel de madurez empresarial. Algunos partieron más avanzados que otros, pero todos han evolucionado. Nos entusiasma especialmente el caso de las embarcaciones de madera, que han incorporado prácticas de sostenibilidad, seguridad y gestión financiera. Eso asegura relaciones duraderas y sólidas con nosotros.
Cifras reales
34.9 por ciento creció el PBI pesquero en julio, según último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática.
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