China avanza en la Ruta de la Seda
Se han sumado a la iniciativa 124 países de todo el mundo.
Mar Muerto (Jordania).- La iniciativa china "Belt and Road" (BRI), lanzada en 2013 y conocida también como la Nueva Ruta de la Seda, es un conjunto de infraestructuras que busca conectar China, por tierra y por mar, con Asia, Europa, África y Latinoamérica.
Pero despierta dudas. La iniciativa ha sido objeto de la crítica estadounidense durante la edición de Oriente Medio del Foro Económico Mundial que se celebra estos días en Jordania.
"La primera preocupación es su naturaleza estratégica", dice Ryan Hass, del centro de estudios Brookings de Washington, en conferencia hoy en el Foro Económico Mundial a orillas del mar Rojo. Hass ha destacado que los puertos son un ejemplo, como el de Gwadar (Pakistán), Hambantota (Sri Lanka) y Yibuti, que según el experto estadounidense China quiere desarrollar. "Hay una diferencia entre la forma en la que China describe la BRI y la forma en la que es empleada", asegura y agrega que en muchos proyectos hay corrupción debido a la falta de transparencia en su ejecución. Hass, que entre 2013 y 2017 fue director para China, Taiwan y Mongolia en el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, piensa que el megaproyecto no es rentable para todas las partes por igual, y que tendrá que ser modificado para que los "receptores" también se beneficien.
El Gobierno de Pekín sostiene que la BRI es "una iniciativa económica que busca impulsar el desarrollo económico", tal y como ha dicho en el Foro Económico Mundial de Jordania Li Chengwen, encargado de la cooperación con otros Estados del Ministerio de Exteriores chino. Li ha destacado que "el espíritu de la BRI refleja la tolerancia, la apertura, la paz y el intercambio de experiencias y de cooperación". Según el representante ministerial, se han sumado a la iniciativa 124 países de todo el mundo y más de 200 organizaciones.
He Wenping, representante china también en el Foro Económico Mundial, ha defendido la iniciativa y negado que la iniciativa Pekín persiga "beneficios geopolíticos".
En Europa, Italia fue el último país -y el primero del G7- que se unió a la Ruta de la Seda con la firma de un memorándum con China, después de que lo hicieran Portugal, Bulgaria, Croacia, la República Checa, Hungría, Grecia, Malta, Estonia, Letonia, Lituana, Eslovaquia y Eslovenia.
La Ruta de la Seda, trazada hace 1,500 años para transportar mercancías de China al Mediterráneo, unirá al gigante asiático ahora con 74 países en Asia, Europa, África y Latinoamérica a través de seis corredores.
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