Para orientar al Perú en la Ruta de la Seda
El Perú ha firmado ya el memorando de entendimiento que marca su ingreso a la Franja y la Ruta, como lo han hecho ya sus vecinos Chile, Bolivia y Ecuador.
La iniciativa china de la Franja y la Ruta, también conocida como las Nuevas Rutas de la Seda, el colosal proyecto de infraestructuras con que Pekín genera una red comercial global, extiende su influencia a nivel global.
He aquí algunos puntos de referencia para orientarse en el proyecto. En Latinoamérica y el Caribe casi una veintena de países se han adherido. El Perú se sumó el jueves en Pekín, durante la celebración del segundo Foro de la Franja y la Ruta. También se han suscrito Chile, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Panamá. China es el principal socio comercial del Perú, Chile, Bolivia y Uruguay.
TAMBIÉN PUEDES VER: “JUAN, DÉJAME SER PRESIDENTE DEL CONGRESO”
En el Foro participan 125 países y 29 organizaciones internacionales. Hace unos días, China reveló que la inversión directa en los países del proyecto ha sido de 13,387 millones de dólares entre 2013 y 2018. El Fondo Ruta de la Seda, creado para financiar el proyecto, contó con un capital inicial de 40,000 millones de dólares, al que se sumaron otros 70,000 millones tras el primer Foro de la iniciativa (2017).
Los Memorandos de Entendimiento son la máxima fórmula de adhesión. Italia el mes pasado se convirtió en la primera economía del G-7 en firmarlo.
El mecanismo de financiamiento de los proyectos pasa por el Fondo Ruta de la Seda y los grandes bancos estatales.
China ha impulsado instituciones gubernamentales, como el Banco de Desarrollo de China, y multilaterales, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura -al que se unió recientemente Uruguay-, para ofrecer financiación para los proyectos.
Entre los datos publicados, destaca uno del Banco de Desarrollo de China que afirmó a finales de 2017 que ya había concedido 110 mil millones de dólares en préstamos, a lo que agregó que su plan para el siguiente lustro era conceder otros 150 mil millones de dólares. Sus críticos denuncian que las cantidades y condiciones de estos préstamos pueden ahogar a los países receptores.
Esto ha llevado a Pekín en el Foro a salir al frente de esta crítica con la promesa de que creará “mecanismos” para evitar la “trampa de la deuda”.
La propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha señalado en Pekín que el FMI apoyará la construcción de la Ruta de la Seda y que las políticas económicas chinas son “prudentes”.
La participación en la Franja y la Ruta puede conllevar “acceso
privilegiado” a infraestructuras y servicios gestionados por China, como el sistema de navegación por satélite BeiDou o las redes 5G creadas por el gigante de las telecomunicaciones Huawei, apunta la analista Alice Ekman en un reciente informe.
No obstante, el acceso puede venir acompañado de compromisos, como con la posición de Pekín sobre el conflicto en el Mar de China Meridional o la cuestión de Taiwán.
Tampoco faltan denuncias denuncias sobre el impacto medioambiental de los proyectos, como en el puerto de Hambantota (Sri Lanka), del que China controla el 85 %.
Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.
