Acercarse a China y a Asia
En este mismo Diario escribí hace unos años un artículo titulado “Asia Power”, en el que hablaba de la importancia geopolítica y económica de China y Asia. Era el 2015, 8 largos años han pasado y la realidad va confirmando este razonamiento con plena claridad. Según proyecciones al año 2028 China será la primera potencia del mundo en términos de PBI y la India será la tercera. Japón también será importante. Entre la tierra de Den y la de Ghandi sumarán pronto 3 mil millones de seres humanos, es decir, alrededor de la tercera parte de los habitantes del globo. Un potencial mercado brutal para LATAM en general y para una necesaria perspectiva de relanzamiento -ojalá- de la Alianza del Pacífico en particular. Hemos de decir en honor a la verdad que ambos gigantes asiáticos no se han caracterizado por su voluntad expansionista territorial a lo largo de su historia, quizás porque administrarse a sí mismos es un reto en sí bastante complejo.
En Perú se desarrollan importantes inversiones asiáticas, destaca el Mega Puerto de Chancay, de los chinos y que empieza a inquietar a nuestros vecinos puesto que nos pondrá en ventaja comparativa para que las embarcaciones más grandes puedan tener cómo destino preferente nuestra patria. Sin duda potenciará la zona norte del Perú a otro nivel. Con ellos tenemos firmado un TLC hace unos años, que con sus ventajas y desventajas ha permitido y aportado que nuestro PBI crezca. Falta hace tiempo acelerar las posibilidades y el estudio del TLC con la India. La apertura del Perú al mundo y su acercamiento especial al Asia es algo que beneficiará en términos generales y económicos a nuestra gente.
Por ello considero que si autoridades de distintos espacios públicos o académicos, empresariales o promotores culturales tienen la posibilidad de conocer Asia y China se tomen el reto de hacerlo. Existen políticas de intercambio casi en todas las áreas. Las posibilidades de importación y exportación son grandes, en cuanto a tecnología e intercambio cultural también. Se toman mejores decisiones cuando se ve in situ la realidad de otras latitudes. Criticar esto me parece una falta de perspectiva y hasta de un oportunismo politiquero desagradable. Más allá de las tendencias ideológicas, este asunto es parte de una visión que debemos tener como Estado.
Personalmente estuve en Beijing en 2018 durante un mes, años antes estuve en Taipéi y el año pasado en Delhi, Nom Pen y Bangkok. Asia y China son hoy factores mundiales muy gravitantes y en los siguientes años aún más. No hay que albergar prejuicios con las posibilidades para el país de acercarnos y relacionarnos con ellos. Desde nuestra perspectiva democratica-social creemos en ello en el marco conceptual de una “globalización democrática y constructiva sin imperio”. Desde el punto de vista de las inversiones cómo diría el gran maestro Indoamericano Haya de la Torre : “saber tratar con el capital”.
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