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Acoso Sexual

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Fecha Publicación: 05/03/2019 - 21:10
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Cada vez más mujeres rompen su silencio. El acoso sexual es un atentado contra la dignidad personal, crea un entorno intimidatorio y degradante. Se puede dar en el ámbito laboral, académico, político, en las calles; de hombres hacia mujeres y viceversa o entre personas del mismo sexo.

Claramente es acoso cuando es reiterado, voluntario y no es aceptado por la víctima; en muchos casos con una sola vez ya puede ser considerado acoso,  pues se recibe como una agresión u ofensa.

El asunto está en captarlo desde la comunicación no verbal, el acosador se empieza a insinuar de manera muy sutil con la mirada, gestos, acercándose invadiendo el espacio vital del otro, repasa todo el cuerpo con la mirada y se detiene en zonas de connotación sexual como pecho o nalgas. Saluda masajeando, manda besos volados, silbidos, incomodando al otro. Hace comentarios verbales groseros u obscenos.

Hay que estar atentos ante estas señales, no sólo hacia nosotros, sino hacia los demás. Los mas jóvenes e ingenuos quizás no se den cuenta o dándose cuenta se quedan callados, pues no se atreven a decir nada. Otros no se dan cuenta inmediatamente, requieren un proceso para decidirse a denunciar porque sienten vergüenza y miedo. No hay que confundir ni excusarse en que fueron “muestras fraternales de cariño o cuestiones culturales”.

El acosador sexual es narcisista, egocéntrico, psicopático. La víctima suele ser insegura, tímida, sumisa, mas joven, soltera, con menor fuerza laboral.

El acoso deja secuelas como sentimientos de culpa, minusvalía, depresión, frustración, ira, enfermedades psicosomáticas. Aislamiento laboral. Este estado de ánimo  se traslada a la casa y familia.

Advertencias:

Sé muy cauteloso con el trato, no invadas el espacio personal ajeno. Deja el coqueteo para fuera del trabajo. Viste apropiadamente, luego puedes usar lo que quieras (vestir como quieras no le da derecho a ningún hombre culto a decirte nada).

¿Qué hacer?

En las Instituciones agota la vía del diálogo con quien tuvo el comportamiento inadecuado. Utiliza un lenguaje corporal firme de rechazo: postura recta, míralo fijamente, retírale las manos de tu cuerpo y di seriamente: ¡no me gusta esto, me ofende! No aceptes el contacto físico, apártate sin sonreír, pues puede ser interpretado como señal de aceptación. No bajes la mirada, tú no actuaste mal.

Denuncia el hecho en la Oficina de Recursos Humanos por escrito, de manera confidencial para proteger la dignidad de los involucrados. Se debe contrastar la información para proceder a una mediación para la resolución del conflicto. Si ambas partes quedan conformes, se comunicaran las medidas a llevarse a cabo.  En caso de no quedar conformes luego de una investigación, nuestra legislación ya lo considera un delito penado (3 a 5 años).

Por otro lado hay que tener cuidado con las acusaciones falsas ya que pueden tener graves repercusiones si no se tienen las pruebas correspondientes.

Así la otra persona esté en una situación de poder, tú seas más joven o estés en menor posición laboral; si un superior dice o hace algo con lo que te sientes incómoda o está fuera de lugar,  hazle saber que no te gusta.  Junta las pruebas, prepárate. El entorno querrá minimizar y enmascarar la situación y querrán poner en tela de juicio tu reputación y tu veracidad. Sigue adelante, eres fuerte. No renuncies, denuncia.