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Agenda social y popular vs. segura insistencia por innecesaria Constituyente

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Fecha Publicación: 08/05/2022 - 22:56
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El proyecto de ley que envió el Ejecutivo al Parlamento para su análisis en la Comisión de Constitución -que buscaba los mecanismos de implementar una Asamblea Constituyente en el Perú- fue archivado por 11 votos contra 6. Algo predecible por lo poco consistente de la propuesta; inclusive con acusaciones de plagio en sus fundamentos.

Ahora el Parlamento debería poner en discusión un paquete de reformas a la Constitución del 93 que sea de corte popular y social. El Perú debe saber que el Congreso está dispuesto a cambios, pero no por la vía del abismo de la Asamblea de Castillo y Cerrón. Si no lo hace su subsistencia correrá peligro, el reformismo constitucional orientado hacia las mayorías es el camino que debería seguir.

El objetivo del Gobierno es claramente tener una bandera para contar con alianzas convenientes y líderes propios para las elecciones subnacionales, ganando tiempo y buscando recuperar la legitimidad que 8 muertos y numerosos heridos en su haber han horadado. Por tanto insistirá en el debate de la Asamblea Constituyente y quizás implementen -o inventen- el famoso “Plan B” que insinuó el prontuariado Cerrón en una entrevista con Mario Ghibellini. No agotarán esa carta y ello requiere de ser enfrentado por otra narrativa.

El “paro agrario y popular” en búsqueda del cierre del Congreso y de la convocatoria a la Asamblea Constituyente del 21 de abril - apoyado y alentado por el Gobierno- fracasó por dos cosas: las organizaciones convocantes atraviesan crisis de representatividad, algunas siendo meros cascarones en el mundo rural y la segunda porque en el Perú regional la Asamblea no es un pedido real, es artificial y forzado.

Lo que realmente pide el mundo popular peruano -y que debería ser el credo de toda la oposición- es abordar la agenda social pendiente: agro, mype, infraestructura popular, seguridad, pesca artesanal, transporte menor, magisterio, etc.

Con los 450 millones de soles que costaría la idea de la Constituyente se podrían comprar 75 mil toneladas de urea para -a través de las juntas de usuarios de agua- apoyar a los pequeños productores del campo con este insumo.

También con el mismo monto de 450 millones de soles podríamos comprar semillas o colocarlo de fondo de garantía para a través de la banca privada se le otorgue pequeños créditos de 12,500 soles a cuando menos 36 mil productores de menos de 2 hectáreas. Con ese mismo monto podríamos realizar compras estatales a 18 mil mypes para empezar o auxiliar con trabajo temporal similar a núcleos ejecutores a miles de pescadores artesanales afectados por Repsol y el abandono del Estado.

Con 450 millones podríamos hacer 10 implementaciones de conexiones de agua, similares a la última que se hizo en junio del año pasado en Sargento Lores en San Juan de Lurigancho y que dotó de agua y alcantarillado a 7 mil peruanos. Con lo mismo podríamos instalar sistemas de videovigilancia con una pequeña central de monitoreo y alarmas para alrededor de 4,500 barrios del Perú popular u 80 comisarías.

Y así podríamos seguir evidenciando los temas urgentes para las mayorías. Vamos a poner la agenda social del país como prioridad nacional por sobre la farsa de la Constituyente que quieren instrumentalizar para ganar tiempo y unos pocos votos en octubre. En este esfuerzo el Apra propondrá medidas concretas.

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