Agobiados
La delincuencia nos sobrepasó y se convirtió en una verdadera pesadilla cotidiana de la cual no podemos salir. El robo de celulares, que viene de antaño, llega a los 5000 diarios, 200 cada hora. Las autoridades, los técnicos, los comentaristas de todo pelaje no plantean una salida ingeniosa para combatir esta peste. El centro comercial Las Malvinas, epicentro de la venta de teléfonos mal habidos, vive intocado y ajeno. La gran solución gubernamental es poner 30 años de pena para quien arrebate un celular. ¡Plof! Mejor sería consultar a los informáticos, a las empresas telefónicas, que se lavan las manos cual Poncio (Pilatos), a la Policía que no se da abasto, y pergeñar aunque sea un inicio de solución.
Pero no hay liderazgo. La presidenta Dina Boluarte anda en modo avión y viaje y el premier está enredado en contratos laborales para sus amigas. En el Congreso se avanza en temas como los de la JNJ y otros, pese a que los pesimistas y rajones no vean nada bueno. Paradojas, los congresistas “niños”, ya expulsados de Acción Popular, son malandrines tan avezados y mafiosos que denunciaron en Fiscalía a la dirigencia que los botó del partido por organización criminal.
Lo más aberrante en estos días aciagos de recesión y angustia económica es el adoctrinamiento criminal a niños en Trujillo en el pensamiento Gonzalo (Abimael Guzmán). Contando a los pequeños de la foto, suman más de 50. Cómo recuperar sus mentes, sus sentimientos pro guerra popular. El jefe de la ONG subversiva Voluntad Transformadora, inscrito en APP, partido de César Acuña, es un excondenado por terrorismo (asesinato). Le cayó palo a Acuña por no darse cuenta. Cierto, hay que ser más cuidadoso con los militantes (dizque 300,000 en APP) pero la ley no le impide inscribirse. La democracia continúa siendo boba.
Este terrorista ha actuado más de 10 años sin problema alguno. Gracias a la DIRCOTE pudo desmantelarse a esta célula senderista. Este hecho es de vital importancia para nuestro país. No parece interesarle mucho a la prensa y menos al gobierno y mucho menos a la presidenta. La mandataria pierde una oportunidad de oro para dar un mensaje al país donde deslinde claramente con el terrorismo y respalde a la Policía por esta importante captura. No sabemos si vive presa de su pasado de extrema izquierda y prefiere no chocar con ese sector o simplemente es una presidenta sin visión.
El gobierno de Castillo destruyó al Perú y tenía un plan para ello: robar e infiltrar sin pudor al senderismo en el Estado. Vizcarra hizo lo suyo demoliendo la institucionalidad jurídica y política. Corrompió todo lo que pudo. Aunque estuvo en el gobierno pasado, Boluarte no gestó la debacle económica. Sí, la profundiza con su torpeza y falta de reflejos. Y falta El Niño, que viene ya.
Desafortunadamente no hay partidos para enfrentar esta penosa realidad. Criticar, denunciar es necesario y útil, aunque no podemos afincarnos en ello. Se requieren propuestas, resultantes de un seguimiento por las agrupaciones políticas. Censurar ministros sirvió para el régimen de Castillo. Actualmente, no resulta productivo. Guste o no quedan tres años por delante. Continuar dispersos no suma. Se requiere cierta unidad entre los pocos grupos políticos pensantes. Suena a quimera y a tontera tal vez. Si hay otras alternativas, que se ventilen.
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