Al ritmo del Chino

Muchos recordarán la pegajosa tecnocumbia: “este es el baile, el ritmo del chino… que a todos les gusta, el ritmo del chino”. Los estribillos decían: chino, chino chino, palabra que ocupa el 70% de la letra.

Se afirma que es el ‘jingle’ electoral más recordado. Fue creado en el 2000 para la campaña de la anticonstitucional ‘re-reelección’ de Alberto Fujimori. Previamente, ‘disolvió’ al Tribunal Constitucional de la época, pues no tranzó con esa adicción al poder. En la época, los siempre graciosos imitadores de “Los Chistosos’ hacían una parodia de una entrevista a Fujimori donde este, con una voz chillona y cazurra, decía: “¿Cómo quiere que le responda, como candidato, o como presidente?”. Aparecieron los ‘vladivideos’ y ‘El Chino’ renunció en noviembre, autoexiliándose en Japón, donde no hay extradición.

El resto ya es historia. Lo cierto es que, a los 85 años, condenado a 25 años de cárcel, indultado por el gobierno de Dina Boluarte luego de purgar 16 años de dura prisión, con un cáncer y otras enfermedades… El Chino vuelve. Es el candidato neto y nato de Fuerza Popular (FP) en la tugurizada elección venidera. Ha dejado patidifusos a todos sus adversarios, alegrando a sus correligionarios.

Pasaron 34 años del primer gobierno de Fujimori y aún mantiene un enorme liderazgo. Además, con la lamentable muerte del presidente Alan García, es el único líder que queda. Si encuentra uno equiparable, avise.

Alan García era un político de lujo, conocedor de nuestra historia, audaz, supo llevar al país al mayor crecimiento sostenido de su historia, 7% en los cinco años, enmendando así su fallido primer gobierno. Pero el APRA ahora no existe, está empantanado en tóxicas rencillas internas. El fujimorismo es un movimiento pragmático cuyo eje principal es Fujimori y la adhesión a una economía liberal.

Para un país radicalizado y violento como es el Perú de hoy, el ‘Chino’ es una promesa de estabilidad, pacificación y mano dura. La simpatía por el expresidente va más allá de sus correligionarios.

Adelantándose a los comicios presidenciales, el lanzamiento de ‘El Chino’ produjo un intenso debate sobre si un indultado recupera sus derechos políticos. Quienes se oponen lo dejan al criterio del Jurado Nacional de Elecciones, no queda otra. Si se devuelve la libertad a un reo, esta no puede tener cortapisas ni restricciones.

Probablemente se repetiría aquello de: ¿cómo quiere que le responda, como indultado o como candidato? Pero Fujimori está enfermo, encima se fracturó la cadera. Padece de hipertensión fuerte y cáncer a la lengua. Además, con la edad no se juega y aunque es una persona resistente y activa, cronos es inapelable.

El encendido debate sobre la candidatura fujimorista le abrió a FP un envidiable espacio político. Aparentemente la táctica naranja es bajar el antikeiko, cohesionando a sus huestes. Un partido con 35 años de existencia, que ha rozado el triunfo, negado por sucias triquiñuelas, es un gran activo en estas circunstancias.

Sendero Luminoso es otro grupo político vigente desde hace más de 40 años. Si el JNE le permite la postulación al ‘lagarto’ Vizcarra, gran corrupto, y a Antauro Humala, ¿por qué no al ‘Chino’? Probablemente no postulará o, si lo hace, renunciará rápidamente. Entonces requerirá de delfines calificados. Si no, será Keiko Fujimori. La ola naranja vuelve.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.