Bajo amenaza como Rushdie
“Ocultar algo constantemente es una forma de adoctrinamiento”, sostenía Godfried Bomans (1913-1979), escritor, periodista y personaje de la televisión holandesa. Y hoy Occidente oculta sistemáticamente que quien apuñaló al notable escritor Salman Rushdie, el tal Hadi Matar, está vinculado al islamismo, a la guardia revolucionaria del régimen iraní y al extremismo shia.
El islam es la única ‘religión’ que asesina en nombre de su profeta, que no respeta las libertades individuales ni a las mujeres y condena con la muerte los homosexuales. Esa barbarie está ganando presencia en nuestro continente y Europa, ya es mucho más ‘Eurabia’ de lo que la notable periodista italiana Oriana Fallaci pudo presagiar.
De Hadi Matar, el atacante, solo se ha dicho que vive en Nueva Jersey y tiene 24 años. Parece surgido por generación. Las autoridades norteamericanas han ocultado a la opinión pública las vinculaciones de Matar con la podredumbre extremista iraní que exhibía, a saber, en su página de Facebook.
Al momento de escribir estas líneas, el escritor británico-indio Salman Rushdie está conectado a un respirador, ha perdido un ojo, los músculos de uno de sus brazos y tiene herido el hígado. Esto por las puñaladas asestadas por Hadi Matar, cumpliendo la proclama del ayatolá Jomeini, de 1988, contra Rushdie tras la publicación de “Los Versos Satánicos”. Jomeini (increíblemente exiliado en París) dijo: “Comunico al orgulloso pueblo musulmán del mundo que el autor del libro ‘Los versos satánicos’ —libro contra el islam, el Profeta y el Corán— y todos los que hayan participado en su publicación conociendo su contenido están condenados a muerte. Pido a todos los musulmanes que los ejecuten allí donde los encuentren”. Por más de tres décadas el régimen iraní respaldó el pedido ofreciendo una cuantiosa recompensa. Tras el atentado, “Keyhan”, el diario estatal iraní, publicó: “Un beso en la mano a quien desgarró el cuello del enemigo de Dios con un cuchillo”. El beso es para Hedi Matar.
El fundamentalismo islámico es una amenaza real para Occidente desde que Jomeini tomó el poder en 1979. Su marca es el terrorismo y la exportación del fundamentalismo que se expande como un veneno por el mundo libre, incluida nuestra América. Venezuela ha firmado más de 250 convenios con Irán y el dictador Maduro la llama “nuestra hermana República Islámica de Irán”.
En el Perú el islam ha tenido gran crecimiento, especialmente Apurímac. Allí Edwar Quiroga Vargas creó la institución Inkarri-Islam. Quiroga es antaurista, converso musulmán chiita, amigo de Pedro Castillo y otrora camarada de Cerrón. El 29 de julio fue detenido conduciendo un camión cargado de 19 mil cartuchos de dinamita. Fue liberado por la Fiscalía porque no llegó a tiempo el peritaje de Sucamec.
Me cuentan si duermen tranquilos.
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