Biden: caído en debate
En la arena política del primer debate presidencial, con miras a las elecciones de noviembre, Donald Trump irrumpió con la certeza y contundencia de un gladiador, resonando como un trueno frente a un Biden disminuido, desubicado, titubeante; tartamudeaba y hablaba en susurros. Sus pensamientos carecían de coherencia; de su boca solo salían ideas dispersas y confusas. La preocupación de los demócratas crepitan hoy como chispas de un fuego a punto de descontrolarse. A pesar de haber pasado días bajo la tutela de los mejores entrenadores mediáticos, el desempeño de su candidato fue lamentable. Biden salió chamuscado.
El republicano Trump busca regresar a la Casa Blanca para completar una serie de reformas pendientes y “arreglar el desorden” de Biden, mientras que este último intenta su reelección tras uno de los gobiernos más criticados del siglo XXI.
Biden es un caído en debate, y a escasos meses de las elecciones, resucitar a ese muerto parece una tarea hercúlea. Solito ha ganado un enemigo formidable: Robert Kennedy Jr., de su propio partido. Hijo de Bobby Kennedy y sobrino del presidente John Kennedy (ambos asesinados), Kennedy Jr. es carismático y tiene un fuerte atractivo para los jóvenes y los afroamericanos. Con suficiente peso para desafiar a Trump, Kennedy Jr. ha sido maltratado y ninguneado por Biden en múltiples ocasiones. Ahora, como candidato independiente dividirá el voto demócrata. En una entrevista con la BBC en abril, calificó a Biden como “una amenaza para la democracia norteamericana, mucho peor que Trump”, y lo acusó de “armar a las agencias federales” contra sus oponentes.
En el debate, el Donald, como siempre, se mostró sólido, preparado y sereno. No necesitó interrumpir a Biden, quien parecía un cadáver de pie. En el tema del aborto, Trump atacó a Biden: “Tú y tu gente promueven el aborto hasta el octavo, noveno mes, e incluso después de nacer”. Biden no pudo replicar y se quedó mirando desencajado, con la boca abierta.
Aunque Biden es solo tres años mayor que Trump, muestra signos de haber perdido lucidez. Una encuesta de CNN realizada tras el debate reveló que el 57% de la audiencia no confía en las capacidades de Biden para dirigir el país. El presidente pasó el debate divagando y mascullando respuestas y propuestas sin sentido.
Biden apostó fuerte por este debate, el más temprano en la historia de las elecciones generales, confiando en que cambiaría la contienda a su favor. Pero ahora debe soportar casi dos meses de incertidumbre antes y más de diez semanas hasta su próximo enfrentamiento programado con Trump.
Sabiendo que la fuerza que sostiene la democracia es la clase media y conociendo que Biden la ha destrozado con su profundo desconocimiento de la economía, y que Trump durante su presidente la fortaleció, todo indica que el titán patriota, volverá a la Casa Blanca.
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