Bienvenido, alcalde

El arribo de Rafael López Aliaga a la alcaldía de Lima es, sin duda, de lo poco para celebrar en el primer día de 2023. El popular “Porky” está concentrado en recuperar la capital del Perú para convertirla en una ciudad que despierte admiración. Quiere ser recordado como “el alcalde de los cerros”, es decir, el hombre que elevó la calidad de vida y el mejoró el ambiente en el que sobreviven millones de vecinos de esta tres veces coronada villa. Muy pocas personas, como López Aliga, entienden cuán fundamental resulta para el cambio positivo de una ciudad el perfeccionamiento espiritual de sus hijos, la educación de la sensibilidad y ayudarles a rehuir de toda mala compañía que trunque su recto camino para ser una persona de bien, productiva y feliz.

Un mínimo de felicidad lo puede brindar, sin duda, el acceso al agua limpia y segura, para beber, asearse, cocinar y verdear la tierra gris de los cerros con huertos comunales que garanticen alimentos y frutos frescos para las familias, y lugares de paseo y recreación, donde crear sentido de comunidad, generando oportunidades de trabajo y sana ocupación del tiempo libre. Embellecer barrios olvidados, brindarles seguridad y limpiar sus calles de vicios y disipación permite vivir con la tranquilidad de saber que los pequeños, esas almas preciosas y puras, crecerán para convertirse en personas de bien.

Lima, como toda gran ciudad desorganizada, es hoy por hoy, especialmente en los barrios marginales, semilleros de todo tipo de vicios y tentaciones. La corrupción, el sicariato y el crimen crecen imparables y las noticias de violaciones a menores, robos, suicidios, asesinatos y disturbios sociales, son pan de cada día. Y con todo eso López Aliaga sabe que debe acabar. Lo mismo que el transporte no sostenible con sus trancazos de largas cuadras de autos que no avanzan con sus humos tóxicos, generando impaciencia, mal humor y pérdidas de horas hombre.

Nuestro nuevo alcalde tiene planes concretos para solucionar los graves problemas que afectan a la hacinada y muy insegura Lima. Esperemos que en esta titánica tarea que tiene por delante, no se gesten uniones de oposición ideológica, porque arreglar nuestra ciudad, hacerla más vivible y elevar la calidad de vida de los más, que son los que menos tienen es tarea y anhelo de todos.

Lima debe y puede recuperar su categoría de “Ciudad Jardín”. No puede ser que, administración tras administración, sigan existiendo distritos donde no existe ni medio metro de áreas verdes por persona, y que se tenga como única vista oscuros callejones, sucias azoteas, paredes sin tarrajear, calles en sombra a lo largo del día por la cantidad de edificios y a lo lejos cerros tugurizados, secos y tristes. Una tristeza que López Aliaga borrará para devolverle el alma alegre a una ciudad considerada alguna vez la Perla del Pacífico.

¡Bienvenido, señor alcalde, bendecida sea su gestión y tendrá el apoyo de todos los que queremos a la Lima que usted vislumbra y logrará!