¡Calla, que pueden matarte!
La valentía y fortaleza del actor mexicano Eduardo Verástegui para gritar a los cuatro vientos la magnitud del tráfico global de niños y niñas con fines de explotación sexual y de órganos se sostiene, sin duda, en su profunda fe Católica. En Estados Unidos, Verástegui ha tenido que enfrentarse a poderosos estudios/distribuidores cinematográficos y a las propias salas de cine para estrenar “Sound of Freedom” (Sonido de Libertad). Su mayor piedra en el zapato fue, ni más ni menos, que la “woke” Disney dedicada hoy a tratar de confundir a los niños con hadas madrinas travestis y LGTBQ, etc.
'Sound of Freedom' ha roto la taquilla, las personas han salido con lágrimas en los ojos tras darse con la realidad de que mientras viven sus tranquilas vidas hay pequeños que pasan por el infierno. También ha recibido arteros ataques de la prosti-progre-prensa gringa que un poco más y niega la existencia de tráfico de menores, del turismo sexual y del sufrimiento de millones de pequeños secuestrados y esclavizados. Vayan nuestras oraciones por todos esos niños y por aquellos que no están seguros ni en su propio hogar como la pequeña ‘Mila’, embarazada a los once años, por su padrastro, en su propia casa, bajo el supuesto cuidado de su madre y a quién se le indujo un aborto terapéutico. La pedofilia está más cerca de lo que creemos. Y si hablas te pueden matar. Proteja la Guadalupana a Verástegui.
Las mafias de pedófilos matan. Aquí un par de escalofriantes ejemplos. Hace algunos meses la actriz Anne Heche ‘murió’ tras un accidente de tránsito. Los bomberos la rescataron de su Mini Cooper en llamas y la cubrieron totalmente como si estuviera muerta, pero los videos del rescate la mostraron levantándose de la camilla, completamente consciente antes de ser subida a la ambulancia. Luego le sobrevino muerte cerebral y su familia decidió desconectarla de las máquinas de soporte vital.
¿A qué se dedicaba por esas fechas Heche? A filmar “Girl in Room 13” (La chica de la habitación 13) sobre el tráfico sexual de niñas en Estados Unidos, con referencias a casos reales. Asunto que fue corroborado por Amy Winter, vicepresidente de la productora de la película, quien reveló que Heche entrevistó a víctimas de redes de pedofilia para su papel.
¿Más? En los días en que se investigaba el escandaloso caso de Jeffrey Epstein, Mark Middleton, vicejefe de Gabinete del gobierno de Bill Clinton –en los noventa– y quien le presentó a Epstein, apareció colgado de un árbol con un tiro en el pecho. La policía dijo que fue suicidio. ¿O sea se mató dos veces?
Hay en nuestro país autoridades que tienen esta perversión diabólica por los niños. Y son peores los que sabiéndolo callan ‘porque pueden matarte’.
Y como sazón aberrante, José Bazalar, el congresista que quiere que los niños tengan relaciones sexuales, ocupará la presidencia de Educación del Congreso.
¡Meteorito, extingue a esta humanidad podrida!
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