Cambios insuficientes. ¿Para cuándo Interior y Salud?
El gobierno de la presidenta Dina Boluarte sigue sin rumbo claro. Sus pocos esfuerzos están dirigidos a una decadente sobrevivencia política, facilitada por un Parlamento que ha renunciado a su función de fiscalización y actúa como bancada oficialista. Destacan en este papel Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Podemos. César Acuña es uno de los principales beneficiados, pues cuenta con un ministro afiliado a APP (César Vásquez en Salud).
Sorprende que en el reciente cambio de tres ministros no hayan relevado a los titulares de Interior y Salud, quienes acumulan pésimos resultados y cuestionamientos políticos. Ni siquiera menciono al ministro de Educación, de Justicia o del MTC, todos ineficientes, pero el caso de Salud e Interior es especialmente grave. Su continuidad resulta escandalosa e inmoral. La seguridad ciudadana está en crisis, y Santiváñez es una figura sin impacto real, cuya única misión parece ser proteger a Cerrón y Nicanor Boluarte.
En seguridad ciudadana, propongo medidas urgentes:
Un nuevo GEIN especializado en la captura de cabecillas de bandas criminales transnacionales, con el objetivo de desarticular las cúpulas de estas organizaciones.
Más policías en las calles, liberándolos de tareas administrativas, de tránsito y del cuidado de infraestructura. Reducir el tiempo de formación de oficiales y suboficiales a 3 y 1.5 años respectivamente. Promover la asimilación de personal con servicio militar, mejorar equipamiento y ofrecer incentivos para atraer a jóvenes a la carrera policial.
Asistencia técnica a regiones para mejorar la ejecución del presupuesto en seguridad. Acuña, por ejemplo, solo había ejecutado el 9 % hasta septiembre de 2024.
Construcción de 12 megapenales administrados inicialmente por el sector privado, mientras se reforma a fondo el INPE. Estos centros deben contar con máxima seguridad y aislamiento.
Control firme de fronteras y expulsión inmediata, mediante debido proceso, de extranjeros que violen nuestras normas.
Serenazgo mejor armado, con equipos no letales más efectivos.
Centros populares de videovigilancia en los 1,000 pueblos más afectados por la delincuencia, integrados con inteligencia artificial.
Marco normativo adecuado para permitir que la PNP y, en casos de emergencia, las FFAA actúen con contundencia y respaldo político.
Sin un cambio en el Ministerio del Interior, estas reformas son imposibles de llevar a cabo.
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